Llegó la hora para los candidatos regiomontanos y creo que debiéramos sincerarnos sobre las opciones reales de cada uno. Ya con las alianzas expuestas y la promiscuidad política que tanto les expuse hace semanas, me queda claro que serán mucho más claves los cimientos que el maquillaje.
¿A qué le refiero? Estructura mata “carita” en la política mundial y mucho más en nuestra Sultana. Es decir, puedes tener un gran apellido, pero lo que ganará estas elecciones son las alianzas subterráneas para movilizar el voto en los barrios durante el domingo electoral.
Y hoy, a meses del sufragio, hay personajes que les llevan muchísima ventaja a contrincantes que están dormidos en los laureles de su linaje o reciente mandato.
Van dos ejemplos: 1) Adrián de la Garza se le viene la noche, porque todavía no entiende que su perfil bajo y aura hipotónica no lo impulsarán eternamente.
Clara Luz, con sus defectos y todo lo criticable del Frankenstein electoral que se ha construido a su alrededor, tiene un séquito de operadores voraces que darán todo por ganar; un instinto que no detecto en el equipo de Adrián y será letal a la hora de la votación, aunque sigan muchos pensando que es imposible que Morena gane en Nuevo Léon ¡ojo!
Tan así que hasta Larrazabal ya les está sacando un susto porque movilizó las estructuras que Adrián se tardó en capitalizar. Y ahora, ya candidato de nuevo, se le salió de control a la misma cúpula panista que pensaba negociar sus cuadros con los demás partidos. Lo que antes era solo por el Congreso ya tomó tintes anárquicos donde cada cacique quiere demostrar su poderío.
2) Luis Donaldo Colosio: Desde el 2020 está retrocediendo en las encuestas que lo posicionan como máximo favorito y Cienfuegos le huele la nuca. ¿Cuáles son las razones? Colosio lleva meses cambiando de bando y de ideas mientras su rival ha invertido ese tiempo en sentarse con empresarios y todos los partidos que pudieran venderle sus distritos. Millones de pesos, lideresas, voto duro y promesas que tuercen lealtades a la hora de los chingazos.
¿Es favorito Luis Donaldo? Todavía sí porque su apellido deslumbra, pero ese romanticismo caducará en las próximas semanas cuando deban soltarse propuestas y empiece la batalla. Los naranjas no tienen aliados en los barrios y su columna vertebral está fracturada porque la neta es que Samuel y el príncipe apenas se hablan. Divorcio que demostrará un abismo de distancia cuando alguno debe prescindir de sus recursos para apoyar al otro… ¡ah! y además se sumó Fuentes al desasosiego actual por Monterrey.
¿Increíble no? Hace dos editoriales anticipé lo del ex panista vistiéndose de Morena por Monterrey y lo más interesante será que quizá no trabajará con nadie.
¿Moraleja? Aunque quieran vendernos que las redes sociales son las reinas electorales, hoy el destino de los próximos alcaldes o gobernadorx sigue dependiendo de las estructuras tradicionales para movilizar el voto. Y más aún, porque el covid redefinirá nuestro compromiso por ir a votar y dudo mucho que los likes sean sinónimo de gente que saldrá a votar en un contexto de pandemia. ¿Quién ganará? El que fuerce los reglas y entienda que este Nuevo León en crisis no es apto para políticos timoratos.