Cuando buscamos incrementar las ventas, a menudo vemos una página web como una forma de aumentar nuestro alcance y la prospección de clientes.
Sin embargo, cualquier dueño de negocio se enfrenta a dudas válidas: ¿Es esencial una página web para impulsar mi empresa? ¿Asegura un aumento en ventas y clientes?
La respuesta corta es “no”. No es obligatoria ni garantiza el éxito del negocio, pero merece un análisis más profundo.
Después de conocer numerosas historias de proyectos web sin mucha planificación, me veo en la necesidad de frenar el entusiasmo de los apasionados, aunque desorganizados, con un simple ejercicio de evaluación y proyección en cuanto a tiempo y resultados esperados:
“Imagina que, después de un mes de trabajo, tu proyecto web esté completo con todas sus características y herramientas. ¿Qué esperas lograr, convertir y ganar con tu nueva página web después de tres meses de haberla liberado y dado a conocer?”
“Incrementar las ventas, alcanzar nuevos clientes, posicionar mi empresa, hacer que más empresas conozcan lo que hago, a qué me dedico y qué productos vendo”, son las respuestas que más se repiten.
Dependiendo de la respuesta, resulta fundamental ir más allá de la elección de colores, un diseño atractivo y revisar hasta el punto y coma de los textos.
Debemos establecer acciones concretas y de valor que beneficien al usuario y definan el propósito principal que motivará a los posibles clientes no solo a visitar, sino también a volver de manera recurrente al sitio web.
Una página web, como mínimo, otorga credibilidad a tu empresa; hoy en día, los consumidores dudan de la seriedad de los negocios sin sitio web.
Esto responde en parte a la pregunta inicial: sí, es indispensable tener un sitio web para tu proyecto si este está consolidado, buscas crecimiento y tienes claridad en tres cosas para lograrlo: interacciones, herramientas y contenidos de valor para tus clientes.
Si no logras transmitir estos conceptos al equipo responsable de tu proyecto web, mi consejo es detenerte y no invertir aún; no estás listo para emprender la aventura de tener una página web rentable.
Teniendo en cuenta que no se trata de una tendencia pasajera, de un requisito obligatorio o algo tan sencillo como simplemente levantar la mano y pedir: “Me da una página web con todo para llevar, por favor”, la pregunta correcta sería: ¿Qué tipo de página web necesito y qué me podría indicar que mi proyecto ya está listo para invertir en esta plataforma?
Ya sea una página web puramente informativa, un sitio web transaccional o de comercio electrónico, o aquellas más utilizadas para el marketing digital conocidas comúnmente como “landing page”, ¿cuándo estás listo?
La respuesta llega una vez que has seleccionado tu nicho ideal y has desarrollado procesos, herramientas y contenidos necesarios para educar, atender y vender a tus clientes lo que realmente necesitan.
Una vez que la empresa tenga claro hacia dónde va y con qué elementos de valor lo puede lograr, que los expertos en diseño web y programación web hagan su magia digitalizando esas ideas.
De lo contrario, se corre el riesgo de culpar a la página web por no servir para nada o considerarla una mala inversión.