Ha pasado más de un tercio del inicio de la primavera oaxaqueña y no solo son evidentes los cambios en la realidad del estado, sino que ya se vive un momento estelar: el mejor momento político, económico y social en la historia de Oaxaca.
La razón es sencilla: estamos haciendo lo que nunca se hizo para alcanzar el bienestar, la justicia y el desarrollo que nuestro pueblo había demandado por décadas y que los gobiernos del pasado no atendieron, aunque debo decir que la tarea para revertir esa herencia nociva de los gobiernos priistas no ha sido sencilla.
Para llegar a este momento, trabajamos desde el primer día con claridad en la ruta a seguir: un gobierno honesto, que invirtiera los recursos en el bienestar de las personas; un gobierno de territorio, que trabajara desde las comunidades para atender las demandas del pueblo; un gobierno eficiente, enfocado en dar buenos resultados.
De esta manera, en los últimos 16 meses realizamos mil 335 obras, invirtiendo casi 5 mil millones de pesos para carreteras, caminos, infraestructura hidráulica y de educativa, entre otras. Estamos hablando de que una de cada tres obras en los nueve estados del sur de México se construye en Oaxaca.
Pero no son las obras, lo importante es lo que nos impulsa a realizarlas. Primero, pensamos llevar los servicios públicos para garantizar el bienestar de las comunidades; después, crear la infraestructura básica indispensable para el crecimiento económico, y, finalmente, constituirse como una piedra angular de la gobernabilidad y la paz social.
Por otra parte, estamos demostrando que en el sur también es posible detonar un desarrollo económico responsable, incluyente y respetuoso con la naturaleza. Con esta visión, en 2024 Oaxaca se consolidó como el estado con mayor dinamismo económico, logrando ser el primer lugar nacional en crecimiento industrial; además, el primer lugar nacional en crecimiento del sector secundario, el segundo lugar nacional en valor del índice de la economía y el tercer lugar nacional en crecimiento anual del índice de la economía total.
En lo que va de 2025, de acuerdo con el Inegi, Oaxaca se ha consolidado como el segundo estado con mayor crecimiento en actividad económica. Todo esto en beneficio de la economía de las familias oaxaqueñas.
La base de esto ha sido una política integral para la gobernabilidad en el estado. Teniendo el diálogo como el principal mecanismo para la solución de conflictos, hemos logrado reducir los bloqueos de calles en un 80%, lo que nunca se había hecho; nos consolidamos como el quinto estado más seguro en el país y hemos bajado la incidencia de los delitos de alto impacto en 8% entre enero y marzo de 2025.
Hoy nuestro pueblo ve florecer la primavera oaxaqueña con mayor optimismo y esperanza. No tengo duda, Oaxaca vive el mejor momento político, económico y social en la historia.
