Política

Matar al periodismo

En Nicaragua, acorralan y encarcelan a periodistas; en El Salvador va por la misma línea, expulsando a periodistas (Daniel Lizárraga, de El Faro); y en México, del discurso denostador, se ha pasado a la constitución de un “tribunal mañanero” de “la verdad” desde el poder público.

¿Qué mata al periodismo? Planteo algunas líneas, no exhaustivas.

1. Los propios medios cuando hacen del periodismo y tienen como finalidad fundamental el negocio; la ganancia, y todo el quehacer periodístico se subordina: la libertad editorial, niegan y limitan condiciones laborales de quienes aún permanecen en el medio, ningunean la calidad y rigurosidad comenzando con prescindir de la calidad, especialidad y experiencia de los que han hecho del periodismo su vida. El periodismo queda en situación de mayor vulnerabilidad, maximizado por los cambios en los procesos de producción, distribución y consumo de contenidos.

2. Los propios periodistas cuando dejan de ser rigurosos, profesionales, sin vocación de servicio, sin principios éticos; cuando sacrifican rigurosidad por primicia y exclusividad, cuando le quieren ganar a la velocidad de un tweet a costa de falta de profundidad, solidez. Cuando buscan y hacen periodismo efímero de un centímetro de profundidad.

3. El poder público y los grupos de poder cuando se asumen y actúan como los poseedores de la verdad; más que híper sensibles a la crítica y la observación de lo público, son intolerantes y “los patos comienzan a dispararle a las escopetas”.

No es nuevo ni extraño para el periodismo lo anterior. Así se ha desarrollado históricamente, pues en su naturaleza originaria está el ser observador, fiscalizador, crítico de lo público. Incluso, ante quienes cuestionan por qué el periodismo siempre difunde homicidios, robos, sobornos, corrupción, abuso de poder, nepotismo, etcétera, que no se fijan en lo “bueno”, la respuesta está en la naturaleza del propio periodismo y de lo público: Si el periodismo deja de informar sobre lo “malo”, en ese momento se habrá normalizado socialmente el robo, la corrupción, etcétera.

¿Y lo “bueno” en el ejercicio del poder público? Pues para ello están; pero si eso bueno es extraordinario, entonces entra en la mirada periodística como noticia. Mientras no.

¿Qué mata el periodismo? No serán las tecnologías, pues éstas son herramientas. Lo mata quien lo mata y los homicidas están en varios frentes. _


Rubén Alonso

Twitter: @jrubenalonsog



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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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