El Congreso de Jalisco, acogiéndose a un sobredimensionado vacío en la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Jalisco y sus Municipios, en un solo acto, el pasado sábado resolvió la renuncia de la comisionada presidenta del ITEI, Cynthia Cantero, y designó a Salvador Romero, comisionado ciudadano desde 2020, titular del organismo garante.
La norma (Art. 47 de la Ley) no establece qué procede en caso de falta absoluta de quien presida el organismo, sólo prevé ausencias temporales; sin embargo, hay un elemento previo, elemental que explicaría por qué no precisa la Ley qué hacer ante “faltas absolutas”: “Cada comisionado propietario tiene su suplente” (Art. 39), y el Congreso del Estado, cuando designó a una comisionada presidenta, a la par designó a una comisionada presidenta suplente.
El dictamen aprobado ayer no tomó en cuenta en su parte Expositiva y Considerativa todos los elementos que entraban en juego, y se limitó a fundamentar una decisión más política que jurídica: designar a un comisionado ciudadano para que “funja” como comisionado presidente.
La duda se expuso ante el Pleno del Congreso, que no se despejó por ningún integrante de la Comisión de Gobernación que elaboró y presentó el dictamen, mucho menos del resto de diputadas y diputados: ¿Se extralimitó el Congreso al designar a un comisionado ciudadano para presidir el ITEI habiendo una suplente para ese cargo, también designada por el propio Congreso?
El Congreso pudo resolver lo anterior de manera simple. Concluida la ausencia temporal y ante una renuncia resuelta por ausencia absoluta, quien fue designada suplente por el propio Congreso, que asuma sus funciones. Pero no. Con la solución en las manos, propician un problema que mina al ITEI.
El Poder Judicial podría intervenir, si quien considere vulnerados sus derechos acuda a él por violentarse procedimientos y anular de facto dictámenes; eso aclararía si el Congreso se extralimitó, y de ser así, nulo todo lo que realice el ahora designado para la función de presidente, como convocar a sesiones del Pleno del ITEI, lo que resuelva éste, lo que firme como representante del organismo; incluso, que toda resolución del ITEI sea combatible. El asunto no es menor. ¡Pero qué necesidad, qué necedad! Estando el piso parejo, se ponen a brincar.
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