Política

Violencia Política

Ahora que vienen los tiempos electorales comienza la propaganda de las y los aspirantes en los comicios, pero también la guerra de discursos y estrategias, algunas a la altura de los competidores y otras muy bajas, como la violencia política. Donde por cierto, Puebla ocupa el lugar número 9 en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en materia de Violencia Política contra las mujeres en razón de género.

La violencia política hacia las mujeres es el abuso de poder masculino sobre la mujer, y puede ser ejercida por líderes políticos, compañeros de partido, líderes de comunicación, autoridades, simpatizantes, competidores y hasta por mujeres que no defienden la causa femenina y actúan bajo el régimen del patriarcado.

Este tipo de violencia tiene grados de acuerdo a la clasificación del Observatorio de Participación Política de las Mujeres en México, en el color amarillo figuran las agresiones verbales, restringir el uso de la palabra, así como ridiculizar a la mujer solo por serlo, entre otras cosas.

En el grado naranja destacan el no convocar a las mujeres a las sesiones o asambleas, e incluso excluirlas en la toma de decisiones. El siguiente grado de violencia política están las retenciones de salarios de forma injustificada, acoso y hostigamiento laboral, presiones para que renuncien al cargo, amenazas de muerte, acoso sexual, entre otras cosas.

Pero el grado máximo de este tipo de violencia contempla el abuso sexual, el secuestro, la mutilación y el feminicidio.

Como se puede apreciar la violencia política es ejercida de forma psicológica, física o económica, y está tan normalizada que muy pocas mujeres levantan la voz para denunciar. Algunas no denuncian para no parecer débiles y otras creen que vivirla es parte de la vida política, de allí frases absurdas como “Hay que aguantar vara”.

Las mujeres mejor preparadas son menos vulnerables a los ataques, quizás porque son más conscientes de sus derechos como personas, como mujeres y como ciudadanas.

Cabe señalar que es más frecuente el número de casos de violencia política en los ayuntamientos, pero no por eso diputadas y senadoras escapan a este tipo de actos. Situación que debe revertirse para no desalentar la participación política de la mujer. Y la única forma de combatir es denunciando ya sea al interior del partido, ante el Instituto Nacional Electoral (infracciones a la normativa electoral federal), en Organismos Públicos Electorales Locales (infracciones a la normativa electoral local), ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales o en Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.


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Rosario Portillo
  • Rosario Portillo
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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