Llegó la temporada de las fiestas de bienvenida en las preparatorias y universidades. Recuerdo que una vez platicando con unas chicas de otra facultad, una de ellas contó que había amanecido con una sensación extraña, pero se negaba a pensar mal, ya que las últimas horas que recordaba las pasó con su amigo. Ella le preguntó al chico en cuestión si recordaba algo, éste le contestó que habían tenido sexo. La chica descubrió que había sido víctima de un abuso sexual y no podía siquiera recordarlo.
Hablamos de la Sumisión Química. Desde los años noventa se tiene registro de casos de administración de sustancias químicas que alteran el sistema nervioso de las víctimas. Esta se hace sin el consentimiento de la persona y el objetivo es doblegar y tener un dominio sobre las víctimas, ya sea para robarles o abusar sexualmente de ellas.
La mayoría de las víctimas son mujeres y los espacios en donde sucede son antros, bares y reuniones en ambientes nocturnos. Supimos de casos famosos en España y ayer Claudia Alonso González, académica de la IBERO Puebla y especialista en temas de género habló de casos en la 14 oriente, en San Andrés Cholula.
La sustancia que puede utilizarse para anular la voluntad de las víctimas es la escopolamina conocida como la “burundanga”, pero también se usa el GHB conocido como éxtasis líquido y benzodiazepinas.
Si sientes sueño, te cuesta mantener el equilibrio y concentrarte, tu visión se hace borrosa, tienes pocos recuerdos de lo que pasó hace una hora y alucinas: estás experimentando una sumisión química.
Lo más importante es pedir ayuda. Busca a una persona de confianza o llama a emergencias, ve al hospital más cercano y que detecten la sustancia que está en tu cuerpo. Pues toda sustancia tiene un tiempo de reacción (30 minutos) y notarlo te ayudará a no ser una víctima más.
Cómo son sustancias que se metabolizan rápido, éstas desaparecen entre 1 y 6 horas, por lo que una prueba rápida de sangre podría servir para fines legales.
Nadie es culpable de ser víctima de una sumisión química. La mala persona es quien ha suministrado la droga.
En Puebla se puede y se debe denunciar en la Unidad de Investigación Especializada en Delitos Sexuales y Ciberacoso, sin importar las circunstancias, pues esta situación no solo la han vivido las chicas que van a fiestas y aceptan bebidas de desconocidos, sino chicas que descuidan sus alimentos, o esposas que por las noches son drogadas por sus maridos y son violadas.
Para nadie sería agradable despertar con semen seco escurrido entre las piernas y saber que llegó allí sin su consentimiento. Es momento de poner un alto a la sumisión química y terminar con la cultura de la violación.
