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¿Tan malo es Checo?

La prensa no sólo informa, sino que también critica. Por eso es que los dictadores —sujetos embelesados en permanencia con las alabanzas de su corte de aduladores— no toleran el escrutinio de los periodistas independientes ni el menor cuestionamiento sobre su augusta persona.

Los diarios que ven la luz en los regímenes autoritarios son así totalmente predecibles en sus líneas editoriales y, sobre todo, de aplastante aburrimiento. La verdad oficial siempre es la misma y pregona machaconamente las virtudes un líder máximo al que no se le puede endosar ni un atisbo de insuficiencia. ¿Dudan ustedes sobre la existencia de la perfección humana? Pues viajen a una nación sojuzgada por un tirano para comprobar que en su persona ha encarnado el milagro de la excelsitud.

Volviendo al tema de la prensa inquisitiva y preguntona, por no decir malintencionada, que florece (por fortuna y para deleite de todos nosotros) en nuestros países, ocurre que los informadores y los periodistas de opinión como el que garrapatea estas líneas suelen arremeter en contra de los personajes públicos por poco que hayan podido protagonizar un gazapo o, hablando ya en palabras mayores, que sean autores de una seria contravención.

Y, pues sí, basta con haber alcanzado cierta notoriedad y encontrarse entonces bajo la luz de los reflectores para ser objeto de las más despiadadas censuras. Vean ustedes, simplemente, las lindezas que merecen los políticos, los actores, los empresarios y, desde luego, los deportistas en artículos publicados y emisiones radiofónicas. Pero, también, adviertan la ferocidad de la gente en las redes sociales: los sitios están abarrotados de comentarios absolutamente infames y calumniosos.

Viene a cuento todo esto porque un admirable deportista está siendo objeto de arremetidas cada vea más ásperas por parte de la prensa especializada: a Checo Pérez, un piloto de F1 en toda la línea, se le desautoriza por no haber alcanzado mejores posiciones en las últimas carreras siendo que cuenta, junto con su compañero de equipo, con el mejor auto de todas las escuderías.

Los aficionados estadounimexicanos reducen el asunto a un tema de racismo y algunos comentaristas llegan inclusive a propalar que dentro del propio equipo Red Bull lo ningunean al tapatío. Hubiera entonces perdido confianza el hombre y se encontraría sometido a una enorme presión.

Pues, qué caray, partir en el lugar 15 y alcanzar el podio en el circuito de Spielberg no fue un logro menor (será, por cierto, algo difícil de repetir, hoy, en el Gran Premio de Gran Bretaña). Y es un hecho también que Max Verstappen es un sujeto fuera de serie. No habría, en principio, razón alguna para que Checo pretendiera disputarle su avasalladora supremacía. Las cosas son simplemente lo que son.

Las críticas siguen, sin embargo, siendo que hasta ayer el piloto mexicano seguía ocupando el segundo lugar de la competición, con 148 puntos y dos victorias. ¿Quién más ha ganado alguna carrera, fuera de Verstappen? Nadie. Ninguno. Ah…


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Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
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  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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