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Grealish le pone la puntilla al Manchester City

Derrumbamiento total: el Manchester City no sólo se ha quedado fuera de la Champions en este torneo y tampoco compite ya por el título de la Premier League sino que, en espera de lo que haga el Chelsea este fin de semana, podría también perderse el puesto para competir en la siguiente UEFA Champions League.

Pep Guardiola, como siempre, antepone la sensatez a la impulsividad que tanto suelen desplegar los directores técnicos. Pero, qué caray, más allá de señalar que los futbolistas experimentan un abrumador desgaste físico al jugar sin respiro alguno durante meses enteros, los aficionados se preguntan cuánto crédito le puede todavía quedar al hombre luego de no ofrecer unos resultados mínimos.

Después de todo, los demás equipos enfrentan también las mismas circunstancias y, para mayores señas, ahí tenemos a un caballo negro –el Nottingham Forest, la ‘Cenicienta’ del balompié inglés en estos momentos— que no sólo no exhibe merma alguna sino que, bajo la batuta del portugués Nuno Espirito Santo, se ha aupado a los puestos europeos, la tercera posición en la Premier tras 28 partidos.

Guardiola, entre las cosas que apuntó en una conferencia de prensa, dijo que no se inmiscuye en la vida personal de sus jugadores. Pero, qué caray, Jack Grealish, futbolista estrella del equipo, saliendo borracho de un pub con una botella, pues como que no le añade puntos a la causa del City. Es una tradición inglesa, ya lo sabemos, lo de celebrar las victorias copa en mano –ahí los tenemos a George Best, Frank Lampard, Paul Gascoigne y Rio Ferdinand, entre varios otros— pero la llegada de entrenadores del calibre de Arsène Wenger y José Mourinho acabó con esa exótica subcultura, así sea que el francés haya alineado en una ocasión a Jermaine Pennat, un jugador que se presentó al partido con una colosal resaca (había estado de fiesta hasta las seis de la madrugada), y que el muchacho (19 años) se diera el lujo de un hat-trick para contribuir a la goleada del Arsenal (6-1) contra el Southampton.

Eran otros tiempos, desde luego, y la obligada profesionalización del balompié para afrontar un entorno de feroz competitividad llevó a que el alcohol fuera severamente combatido en el futbol inglés. De ahí que el episodio de Grealish llame tanto la atención, con todo y que el jugador sea ahora el paladín encargado de restaurar una venerable tradición británica.

No es el gran responsable del desplome del equipo, desde luego, y los pobres resultados de la cuadrilla dirigida por Guardiola nos llevan, como en tantas otras ocasiones, a formular una frase –“las vueltas que da la vida”— para constatar, pues sí, que el futbol sigue siendo una deslumbrante metáfora de nuestra existencia, alcohol de por medio o golpes del azar en el horizonte.

En esta rueda de la fortuna, Guardiola y el City no se encuentran arriba. ¿Cuándo volverán?


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Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
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  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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