Deportes

Como que el Tri lleva décadas enteras siendo… el mismo ¿no?

Los aficionados mexicanos seríamos tan, pero tan mezquinos –aparte de envidiosos, resentidos y destructivos– que hubiéramos deseado, de plano, que el Tri perdiera el partido que acaba de disputar contra Jamaica este pasado jueves. Trasmutados, como dicen que nos acontece, en cangrejos que se solazan en entorpecer y sabotear el trabajo de los otros, nos hubiéramos frotado las manos al acreditar, por fin, el rotundo fracaso del Tata Martino.

Ningún entrenador nos llena el ojo, qué caray, y la práctica totalidad de los que se han sentado en el banco de la Suprema Selección Nacional de Patabola de Estados Unidos Mexicanos (SUSENAPATESUME) han merecido las más destempladas críticas: Sven-Göran Eriksson llegó a estos pagos provisto de un palmarés bastante distinguido, pero lo primerísimo que le achacaron los feroces opinadores de los medios deportivos fue que “no conocía el futbol mexicano”. Esta argumentación me pareció a mí desaforadamente provinciana y pueblerina porque, miren ustedes, cuando vas a un Mundial donde no se juega un deporte local, sino que hay que desplegar habilidades de naturaleza universal, de lo que menos se trata es de que en la cancha aparezcan particularidades mexicanas, rasgos aztecas exclusivos y atributos distintivos de “nuestra idiosincrasia”. Digo, si fuera el juego de pelota maya, o algo así, pues entonces sí que habría que sumergirse a fondo en los entresijos del alma estadounimexicana, pero para abrirse paso en un deporte inventado en Inglaterra yo pensaría, más bien, que hay que intentar jugar como los italianos, los alemanes y los franceses o, ya en plan más regional, como los brasileños. Pero, bueno, Eriksson no obtuvo buenos resultados de todas maneras.

Han desfilado, en el antedicho cargo, personajes de comprobada genética autóctona como Enrique Meza, Javier Aguirre, Hugo Sánchez, Víctor Manuel Vucetich, José Manuel de la Torre y Miguel Herrera. Entre los venidos de fuera figuran el mismísimo César Luis Menotti, ganador de un Mundial con la selección de la Argentina, Ricardo La Volpe (tal vez mi favorito, luego de admirar el portentoso partido que jugaron sus pupilos en Alemania, en 2006, contra la referida selección suramericana) y, en últimas fechas, un colombiano de muy extrañas maneras de cuyo nombre no pretendo siquiera acordarme. Ahora dirige las acciones el señor Martino.

Con unos y con otros el Tri ha tenido más o menos el mismo papel en el escenario futbolístico internacional. Ha habido ocasiones vagamente desastrosas en las que el equipo no ha logrado la calificación y hubo también tiempos de lenguaraces jactancias en los que íbamos a alcanzar el puesto “caminando y sin despeinarnos”.

Las críticas nunca cesaron. Por cierto, el porcentaje de efectividad del profesor Martino es superior al de la gran mayoría de los directores técnicos que han llevado las riendas del Tri. Pero, bueno…

Román Revueltas Retes

Google news logo
Síguenos en
Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
  • [email protected]
  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.