Hace días, una iniciativa para que se restituyera la Casa de la Cultura en Torreón, cayó en tierra fértil al estar al frente del Congreso, el Lic. Eduardo Olmos, expresidente Municipal de Torreón, gran lector y proclive a apoyar el arte y la cultura, de manera que fue aprobada la iniciativa que se hará llegar al Presidente Municipal de Torreón Lic. Román Cepeda González, también fuerte partidario de estos excelsos campos del quehacer humano.
Recuerdo que cuando llegué a Torreón, estaba la Casa de la Cultura en la Avenida Morelos, sostenida por entusiastas torreonenses; más tarde recuerdo el edificio tipo CAPCE que la albergó en el Boulevard Constitución; yendo a laborar a la Cd de México y luego a la Universidad de Zacatecas, no supe que sucedió, pero el asunto fue que se desapareció esa necesaria institución y con ella una instancia que pudo haber establecido una política cultural para el municipio haciendo a un lado la improvisación.
La oportunidad es mayúscula para hacer un proyecto de gran envergadura, que coloque al municipio a la vanguardia del arte y la cultura en el norte de México, pero para ello hay que pensar en grande, no como sucedió con el Centro de Convenciones que después de tanta expectativa se construyó un edificio sin ningún atractivo, olvidando los años primeros de esta gran ciudad cuyos edificios aún la señorean.
Así podría el municipio comenzar con lanzar una convocatoria a nivel nacional o internacional para contar con un proyecto arquitectónico que por sí mismo sea un atractivo de Torreón en el mundo; localizar dos hectáreas mínimo, donde construirla, considerando que hay mucho territorio y ciudadanía desatendida en materia cultural hacia el norte y oriente de la Ciudad.
Fundar un fidecomiso que garantice la manutención de planes y programas de estudio de alta calidad, salas de exposición, auditorios especializados para el teatro, danza y música, una planta docente profesional y permanente y que sea el paradero de los alumnos iniciados en las muchas Casas de Barrio y Centros Culturales intermedios situados en barrios y colonias, que integren el Sistema Municipal para la Enseñanza de la Artes y de la Cultura.
En fin, constituir a la Casa de la Cultura en el baluarte que requiere Torreón para albergar a tanto talento que hoy se pierde y desperdicia. Vayamos a la Vanguardia.