Un día como hoy, hace 110 años, en la Hacienda de Guadalupe un puñado de coahuilenses lidereados por el gobernador Venustiano Carranza, firman el Manifiesto a la Nación en el cual se incluía el Plan conocido hoy como de Guadalupe, donde se comunicaba el desconocimiento de Victoriano Huerta como presidente de la República, también de los poderes, judicial y legislativo y de los gobiernos estatales que reconocieran a éstos, sosteniendo con las armas los siete puntos que ahí se estipulaban, destacando el que prescribía la organización del Ejército que se denominaría Constitucionalista y que es la base del actual Ejército Mexicano.
El Calendario Cívico de Coahuila, consigna esta fecha como conmemorativa y hace muchos años, en esa Hacienda, se realiza un acto donde el gobierno y los ciudadanos reviven aquellos momentos gloriosos y fundamentales en el México moderno.
Recibí una invitación del gobierno para que estuviera presente, pero en esta ocasión no me será posible por falta de recursos económicos, y aunque soy carrancista de hueso colorado, como todo coahuilense debiera serlo, les echaré porras desde este rincón de Coahuila.
Sabemos que estos actos nutren nuestra identidad y nos da certeza de pertenencia, ese es su propósito, hacernos saber que somos parte de este momento histórico donde se reconocen nuestros antecedentes gloriosos, contribuyendo así a fortalecer nuestro tejido social.
Las autoridades municipales, educativas y civiles tienen la tarea de organizar estos eventos y la misión de cuidar de la comunidad conviviendo, con las mismas miras de futuro.
Pero curiosamente a veces las autoridades no se enteran de esos deberes, es el caso de las del Ayuntamiento de Torreón que por dos años consecutivos no se han empeñado en organizar la ceremonia para recordar el natalicio de Benito Juárez, y menos de hacer acto de presencia como corresponde a cualquier líder social que coincida con esa ideología republicana y revolucionaria.
Por tanto, el pasado 21 de marzo no hubo programa oficial, ni guardia de honor de las autoridades, ni ofrenda floral, ni discurso oficial, por supuesto no hubo invitación a autoridades escolares, a organizaciones civiles ni a los militares por parte del Ayuntamiento.
Un verdadero y vergonzoso desastre. Esperamos corrijan su ineptitud por Torreón.
