Seguimos con textos propositivos en materia de educación, ámbito que consideramos una plataforma estupenda para iniciar la resistencia al avance de la implantación de una educación panfletaria derivada de los principios ideológicos de la 4T, cuando desde 1917, nuestra Constitución definió el carácter social y científico que debe construirse en nuestra niñez y juventud mediante los procesos educativos orientados por el estado mexicano y el cual está expresado en el Artículo 3o Constitucional ahora bajo ataque filosófico y operativo perpetrado por la administración federal.
Hemos dicho que por comodidad Coahuila ha renunciado a fortalecer ese mandato Constitucional, dejando de dar congruencia y pertinencia a la labor educativa del Estado con los planes de desarrollo social y económico que exigen el momento histórico.
Pero se ha presentado la coyuntura para que el gobierno de Coahuila heredero histórico de las revoluciones de Madero y Carranza recupere la ruta trazada por los principios que de ellas se desprendieron.
Con el propósito de que los contenidos aquí presentados constituyan una unidad de ideas continuaremos analizado brevemente la tareas por hacer, así resulta vital en materia educativa la participación ciudadana y la de padres de familia en los procesos de mejora constante de las escuelas, su involucración no debe ser ocasional, sino planeada orgánicamente porque la ciudadanía y específicamente los padres de familia deberán vincularse a las escuelas para ser extensiones contribuyentes a la transformación del entorno.
La Escuela deberá de volver a enterarse de los procesos sociales positivos y negativos que vive la comunidad inmediata, hacer un lado la actitud de no considerar lo que hacen los alumnos una vez que ha dejado la escuela y solo interesarse por su comportamiento al interior de la institución.
La escuela debe dejar de ser la isla y de cerrar los ojos a su entorno para pasar a ser el núcleo transformador y a través de sus contenidos educativos reconocer la realidad a transformar para junto con los padres de familia y los ciudadanos cercanos establecer metas de mejoramiento social vinculados con las autoridades municipales.
En este tejido los planes educativos y los programas de aprendizaje deberán estar vitalmente contextualizados.
