Algo que no puede negársele al presidente Andrés Manuel López Obrador es su extraordinaria capacidad para hacer que se hable de él.
El viernes la noticia principal fue el cateterismo que se le práctico en el hospital militar. Un día después la atención pública ya estaba centrada en un video y un par de frases crípticas sobre su “testamento político.”
Este documento, según sus propias palabras, habría de servir para asegurar la gobernabilidad del país en caso de que la muerte se adelantase al final de su mandato.
Pronto sus detractores acusaron a López Obrador con términos como megalómano, egocéntrico y autoritario. En revancha, sus seguidores felicitaron al mandatario por ser un hombre responsable.
En medio de tanto ruido cabe preguntarse por qué desestimar la redacción de una voluntad política última en caso de una desgracia.
Tal como está de crispada la vida política del país, los preceptos formales de la Constitución no alcanzarían para frenar el desbordamiento de los ánimos —dentro y fuera de la coalición lopezobradorista—, los cuales podrían conducir hacia una verdadera pesadilla.
El Presidente debe estar consciente de que únicamente él mantiene cohesionado al partido Morena y sus aliados, también de que en su ausencia los muchos enconos, agravios y descalificaciones tenderían a primar sobre la posibilidad de que la fuerza mayoritaria presentase una opción consensada para la Presidencia sustituta.
En tal caso, las oposiciones contarían con ventaja para arañar la memoria del presidente ido, sin que él pudiese defenderse, con tal de recuperar mucho del terreno que la cuarta transformación les ha arrebatado.
Mirando de frente tal escenario es que se antoja no solo responsable sino republicano dejar un texto donde, además de mencionar su legado en materia de ideas, el mandatario ponga a disposición una ruta crítica para sortear la eventual tormenta.
Zoom: Estos documentos no son vinculantes. Vladímir Lenin dejó escrito en su testamento político que José Stalin debía ser removido como secretario general del partido comunista soviético. Stalin hizo que se juzgara como traidor a quien creyera en la veracidad de dicho texto. Lenin se fue a la tumba con todo y su testamento.
@ricardomraphael