Ayer la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados aprobó el calendario para las sesiones de parlamento abierto sobre la reforma eléctrica.
Cinco serán los temas generales para la discusión, desarrollados en 19 mesas a celebrarse entre enero y febrero de este año.
Hay un asunto que quedó fuera del programa y que debería ser principal: la calidad y la cantidad de energía eléctrica que México requerirá para alcanzar sus metas presentes y futuras de crecimiento.
Si el país fuese un automóvil destinado a emprender un viaje largo, el conductor tendría que preguntarse sobre cuánta gasolina va a ocupar para cumplir con su misión y luego interrogarse sobre la mejor manera de obtener ese combustible.
Siguiendo esta analogía, cabe cuestionarse sobre el volumen de watts que el país necesitaría para satisfacer la demanda actual del aparato productivo y también respecto del volumen que dentro de 10, 15, 20 o 30 años sería indispensable según los pronósticos de desarrollo. Sin embargo, los temas previstos en el parlamento abierto pasan de lado respecto a esta cuestión esencial.
Se perderá tiempo en criticar la reforma de 2013, se insistirá sobre el papel dominante que debe tener el Estado, se discutirá la constitucionalidad de la iniciativa presidencial y se reflexionará sobre los desafíos medioambientales.
¿Y la demanda estimada de energía dónde? ¿Y las metas de crecimiento del aparato productivo en qué mesa? ¿Y los mejores mecanismos para dar respuesta a las necesidades eléctricas nacionales dónde podrán ser abordados?
Cabe temer por un parlamento abierto excesivo en argumentos ideológicos pero vaciado de objetivos de política económica.
México es una nación cuyo futuro depende principalmente de continuar desarrollando una industria exportadora con capacidad de competir globalmente. Si ésta no logra satisfacer su demanda energética, podríamos estar sacrificando la principal palanca del desarrollo.
Zoom: números, datos, proyecciones, escenarios, soluciones, inteligencia, propuestas de innovación tecnológica y visión de futuro. Además de la genealogía de las ideas políticas son también elementos que deberían incluirse en el debate emplazado.
@ricardomraphael