Negocios

El dinero no (siempre) es el diablo

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

La lección es que no debe reinar el dinero. La lección es que el dinero —así como es un medio para el intercambio comercial mercantil, un bien para adquirir otros bienes— así también, la ambición al dinero es muy perversa”, dijo ayer en la conferencia mañanera el presidente Andrés Manuel López Obrador, haciendo referencia a la importancia de “seguirle la pista al dinero” en el caso de Genaro García Luna y su presunta complicidad con actividades del crimen organizado.

Añadió: “Antes se decía que el dinero era la mamá del diablo, ahora hay que agregar: el dinero es la mamá y el papá”.

Concluyó: “Siempre hablamos de que el dinero no es la felicidad. No es la felicidad acumular bienes materiales o riquezas. La verdadera felicidad es estar bien con uno mismo, con nuestra conciencia y con el prójimo”.

El Presidente tiene razón: se nos debe la verdad de todos y cada uno de los casos de corrupción y crimen organizado. No hay discusión, hay que seguirle la pista al dinero y encontrar la verdad. También tiene razón en que el dinero no da la felicidad.

No obstante, me parece cuestionable llamarle el diablo y decir que la ambición por el dinero sea vil.

Este es un espacio para reflexionar sobre el mundo financiero: el dinero y su uso, las herramientas que hay en el sector para acrecentarlo y, como concluyó el Presidente, estar bien con nosotros mismos, nuestra conciencia y cuidar los recursos que tenemos. En este espacio el dinero es una herramienta que permite hacer. Por eso me sorprendí cuando mi colega María Elena Meza escribió en Twitter que el Presidente hablaba de la maldad del dinero.

No podemos decir que el dinero es malo y que querer generar riqueza tiene siempre un incentivo perverso. De hecho, tener millones o solo un par de pesos, es decir, el patrimonio de una persona no define su carácter moral o ético, su valor o estima. No debería incluso afectar nuestra autoestima; al fin y al cabo, estar quebrado no nos hace inútiles o desinteresados.

El dinero es solo un medio de pago y la cantidad que se tenga es una consecuencia no una causa. Por ejemplo, uno puede recibir más dinero por factores dolorosos como perder a un familiar que hereda sus bienes. Uno puede ganar más porque es productivo, sabe trabajar en equipo, no quita el dedo del renglón y logra lo que se propone. También puede una persona tener suerte y comprar un boleto ganador en la lotería.

Y sí, debemos aborrecerlo cuando es robado, cuando se usa como arma de poder, cuando daña a otro, viene de corrupción o corrompe. Pero si viene de la virtud de trabajar, es bien habido, genera dicha, tranquilidad o comodidad propia y hasta la del prójimo, no debemos despreciarlo. El dinero permite crecer, ayudar, emprender, generar y producir, si no lo etiquetamos como el diablo, puede generar mucho bienestar.

@vivircomoreina

Google news logo
Síguenos en
Regina Reyes-Heroles C.
  • Regina Reyes-Heroles C.
  • [email protected]
  • Periodista. Autora del libro Vivir como reina y gastar como plebeya. Conductora de Notivox Negocios, programa semanal de entrevistas con directivos y personajes clave en el mundo económico. Publica su columna sobre finanzas personales todos los jueves. Mamá de dos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.