Como un éxito diplomático se considera que México haya convocado a los 31 países de América Latina y el Caribe, miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a una reunión para fortalecer vínculos sociales, políticos y comerciales. Era necesario e indispensable.
Entre los logros se destacan: el acuerdo para producir vacunas para la región, cooperación para desarrollar una agencia espacial, lograr una mayor integración comercial y crear un fondo para atender desastres naturales en la zona, propuesta que contrasta con la reciente desaparición del Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden) en México.
Pero lo que no se entiende es la invitación especial al presidente dictador de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a participar en los festejos patrios, mientras que la comunidad europea condenaba la represión en ese país contra las manifestaciones el pasado julio.
Al estilo del viejo PRI de los 70’, el presidente Andrés Manuel López Obrador les hizo un guiño a los dictadores de América Latina. No hubo una sola mención o llamado a suspender la represión y respetar los derechos humanos de la oposición; sin embargo, sí ofreció espacio para que se “golpee” a nuestro socio comercial, del cual depende el 80 por ciento de nuestras exportaciones, con el que acabamos de refrendar un tratado comercial (TLCAN), con el que compartimos más de 3 mil kilómetros de frontera, desde donde los paisanos envían más de 40 mil millones de dólares para ayudar a sus familias en México.
El presidente juguetea peligrosamente con los símbolos, con la ideología y con esa relación de amor-odio que tenemos los mexicanos con Estados Unidos. Queriendo entender que López Obrador quizás intentó mandar un mensaje a la comunidad internacional de que no hay sometimiento al “imperio”, aunque en la práctica nos hemos convertido en el muro para detener la migración hacia su país. Otra descortesía fue enviar a la última fila de los invitados especiales del desfile, al nuevo embajador de Estados Unidos en México. Esperemos que esta decisión no tenga consecuencias negativas para nuestro país. Al tiempo.
No veo por dónde gana México.
@RaulFriasLucio
