La desorganización, improvisación, inexperiencia y soberbia del actual gobierno, sintetizan en forma muy clara lo que ha provocado el desabasto de medicamentos y vacunas.
El problema no es nuevo, pero se ha agudizado en este sexenio debido a una fallida estrategia anticorrupción y de austeridad del gobierno federal, al emprender un ataque contra farmacéuticas desde que AMLO era presidente electo. Las acusó de corrupción, de acaparamiento y de coludirse con funcionarios del gobierno. Sin embargo, a dos años siete meses de esta administración, no hay denuncias ante la Fiscalía General de la República.
Esta persecución contra los laboratorios nacionales es ilustrada muy bien con lo ocurrido con la empresa PISA, una de las 60 plantas farmacéuticas en el país, productora de medicamentos genéricos y algunos oncológicos como la metotrexato, indispensable para los tratamientos contra el cáncer. Esa línea de producción, cuya planta está en Coyoacán (CDMX) fue suspendida por la COFEPRIS tras argumentar seis faltas administrativas, haciendo eco a las críticas del presidente, sin advertir el impacto de desabasto y sin prever cómo sustituirlo.
También fallaron las compras consolidadas y las solicitadas a través de UNOPS, organismo de las Naciones Unidas, que apenas adquirió 700 de las más de 2 mil claves que requiere nuestro país. Se enfrentaron a un panorama internacional afectado por la pandemia y la falta de materia prima proveniente de China e India.
La persecución del gobierno federal se extendió a las distribuidoras de medicamentos, por lo que al gobierno se le hizo fácil habilitar a BIRMEX, una empresa paraestatal sin infraestructura, por lo que hubo que partir de cero.
¿No era más fácil identificar y castigar la corrupción existente?
Cuerpo.....
La falta de medicamentos es un ejemplo más de cómo este gobierno al presumir corrupción e intentar enfrentarlo, generó otro problema que no saben cómo resolver, echándole la culpa a los del pasado, a los conservadores, a la prensa golpista o hasta la derecha internacional. ¿No era más fácil identificar y castigar la corrupción existente?
El desabasto es real y es causa de una serie de decisiones equivocadas y sesgadas por una visión ideológica, donde solo han perdido niños y adultos enfermos. Eso se llama negligencia y puede ser criminal. No se vale. _
Raúl Frías Lucio
@RaulFriasLucio