Política

La mudanza

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Una trampa del tiempo me acercó a una pequeña oficina de Mudanzas Chapultepec y me despeñó en un barranco del pasado. Sé de mudanzas. Si mis cuentas no fallan, acompañé a mi familia en 22 cambios de domicilio. Éramos maestros del desalojo y un poco ilusionistas: nos ven, ya no nos ven. Yo sabía de qué iba la cosa cuando llegaba mi madre cargada con cajas de fab Roma. Nos vamos: a empacar. Como comprenderán, no había velices, ni maletas, ni baúles; nada, sólo cajas de fab Roma, ésas son las que recuerdo, y apúrense porque salimos a las diez de la noche.

Si salíamos a la ciudad protegidos por la penumbra, el asunto no era broma, podría terminar en una persecución judicial. Una brigada formada por mis hermanas mayores atacaba la ropa de los closets y las cómodas y la convertía en intratables colinas puestas sobre la cama, luego tomarían su lugar en cajas de cartón. Si faltaban cartón y tiempo, de plano una pila de ganchos; fantasmas, pensaba yo. Luego los enseres de cocina, todo lo de cristal envuelto en papel periódico, ése sí sobraba en la casa, y el trabajo me tocaba a mí.

Los reyes de la mudanza. No nos fallaba nada. Cuando todo estaba empacado, ganábamos tiempo y reuníamos las cajas cerca de la salida de emergencia. Conseguir el camión de la mudanza, un arte que mi madre dominó toda su vida y mis hermanas heredaron. Mudanzas Padilla y Chapultepec, una utopía. Son carísimos, unos rateros, gritaba mi padre. Afuera de los mercados siempre hay transportes de carga y choferes con los cuales es posible establecer una negociación razonable. Como saben quienes se han mudado más de una vez, si el piso del edificio es alto, el precio sube.

De las 22 veces que nos mudamos de casa, o más bien de departamento, la mayor parte de las mudanzas ocurrieron en la colonia Condesa y no sabría decir en qué condiciones, la infantería no pregunta, cumple con su deber. De algunos cambios, sólo recuerdo un trajín del carajo y unas escaleras por las que estibadores expertos cargaban nuestros muebles. Esta ráfaga de recuerdos, decía, me vino cuando me acerqué a la pequeña oficina de Mudanzas Chapultepec. También recordé una frase que escribió Fernando Pessoa cuando quiso explicar algo importante de su vida: todo empezó con la mudanza.

Rafael Pérez Gay

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Rafael Pérez Gay
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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