Me ha dado por pensar que ya soy mi retrato de viejo. Sí, ese marco que mi hija y mi hijo pondrán en una repisa o una mesa esquinera de la sala de su casa acompañado por otros personajes borrosos que se desvanecen. Hay que limpiar el cristal Feri, sacudir un poco Alo, sólo entonces brillarán la soledad y el olvido. Tienen mala prensa la soledad y el olvido, pero les aseguro que no traen armas blancas, sólo el oscuro desvanecimiento de la memoria, algo natural que trae consigo la vida misma.
Veo en la foto todas mis edades. Busco en mis ojos y no encuentro la mirada que cautivaba a mi madre cuando me hacía cosquillas en la cama, y me tomaba del cuello y la panza y yo a carcajadas. Entonces era inmortal. Una noche, una tempestad se desató en su cabeza y al fondo un relámpago precedió a un rayo. Los médicos le llaman ictus, infarto cerebral. Desde entonces me volví vulnerable, como un diente de león: le soplas y desaparece.
Encontré muchos dientes de león al pie de árboles de tronco delgado, esa planta que muchos consideraban milagrosa. Dilapidé milagros a mansalva. Muy delicadas esas plantas para mi cruel curiosidad infantil.
Mi retrato se ha desvanecido, no veo con claridad la ropa que llevo puesta, detrás de mí hay un cuadro del que no puede verse más que una bruma incomprensible. La familia, lo que queda de ella, me dice que me parezco a mi padre, su vivo retrato, decía mi mamá. En eso tuvo razón porque esa imagen está viva y cuenta una parte de nuestras vidas, buenas o malas. Alguien mandaba cartas par avion rumbo a Alemania, una hermana quería ser actriz, y lo fue, y quiso además hacer la revolución, cosa que no logró; otra hermana fundó una familia y se fue para siempre a otro país, ¿quién no se va un día y no vuelve nunca?; la otra hermana camina triste mientras fuma y mira sus sueños en el humo venenoso del cigarro.
Qué forma de fumar en casa. Siete campeones. Cajetillas de Baronet a granel, sin contar los More de mi padre y los Casinos de mamá, cerillos Talismán y ceniceros repletos de colillas. Así se pasa la vida, se los firmo aquí en el retrato.