Se cierran las campañas electorales en los seis estados que se disputan las gubernaturas y en el PRIAN reconocen tácitamente las derrotas en Oaxaca, Tamaulipas, Hidalgo, y Quintana Roo, creen erróneamente que lo único que pueden rescatar es Durango y Aguascalientes y ahí es donde concentran todo su capital y apuesta, en uno es candidato del PRI y en el otro de PAN, en ambos gobiernan como coalición de gobierno y uno arrastra el desgaste del otro aunque le sea ajeno, cada vez ambos reducidos electoral y políticamente.
El PRIAN ha hecho una pasarela de personajes que más que ayudarles los perjudican con su mala imagen, piensan que porque son figuras nacionales son referentes cuando han estado envueltos en escándalos de corrupción, de entrada el presidente nacional del PRI que se ha expuesto a luz el lenguaje más obsceno y vulgar en su forma, pero en su sustancia deja en claro la violencia con la que actúan.
Hay un Miguel Ángel Mancera ex jefe de gobierno que acude a Gómez Palacio a reforzar según ellos las campañas electorales cuando sus más allegados colaboradores están en la cárcel por actos de corrupción, lo mismo el caso de la panista Josefina Vázquez Mota que hace lo propio a la comarca lagunera para reforzar según ellos el mismo municipio, cuando la señora quedó demostrado que recibió más de mil quinientos millones de una fundación que ella maneja a entera discreción, premio político en la elección de 2012 por avalar la presidencia comprada de Peña Nieto.
Y así personajes sin autoridad moral ni política, gente que trae consigo un desprestigio y hacen ronda entre sí, esto es lo que queda del PRIAN, no los acompañan Murat de Oaxaca ni Del Mazo del Estado de México ni otros personajes que se han ido disminuyendo sistemáticamente, traen a puros desprestigiados a reforzar sus campañas de dispendio a partir de moches con empresarios y muy seguramente recursos provenientes de actividades ilícitas, esos son el PRI y el PAN, son la mejor ilustración de lo que la gente ya no quiere como política ni como gobierno.
En contraste a estos siniestros personajes haciendo campaña como si fueran buenos ejemplos, está la otra parte, casi un centenar de legisladores federales, gobernadores y funcionarios federales que son figuras y referentes del movimiento que está transformando y están rompiendo paradigmas en las formas de gobernar en sincronía con el Presidente de la República, que ha impuesto lo que aquellos nunca fueron capaces, de gobernar con honradez y austeridad, bajo estos conceptos el pueblo los tiene identificados a las partes, pero la oposición no entienden que entre más agredan con calumnias e insultos al presidente, ellos como fuerza política se achican estrepitosamente.
Es así como se proyecta una pérdida de las seis gubernaturas más para la oposición este año, todo indica con esa inercia de competencia electoral que para el 2024 Morena llegue a la contienda presidencial con veintiséis gubernaturas consolidándose como una fuerza con plena hegemonía política porque hay esa percepción que las cosas se están haciendo diferentes y bien, y por otro lado, una oposición empeñada en la confrontación estéril carente de propuestas políticas y carente de liderazgos con autoridad política y moral que aglutinen lo poco que les queda.
Este fenómeno político y social que se está consolidando en México, está siendo referente para otros países de la región de la parte sur del continente, está inspirando sociedades y fuerzas políticas con está formas humanistas de gobernar, rompiendo esquemas y paradigmas nocivos que perjudicaron durante décadas a los pueblos y sus naciones, de ese tamaño es el movimiento transformador que no solo es cualitativa y cuantitativamente el movimiento político y social más grande del mundo en esta era, es también un referente para cambiar el rumbo de la historia de la humanidad.