Los partidos políticos y coaliciones concluyeron sus registros en las diversas candidaturas más allá de la presidencia de la república, en las tres opciones electorales que se le presentan al ciudadano ninguna se escapó de tener sus conflictos internos y registrar a impresentables como sus candidatos, en el caso del PRIAN la propia candidata lanzó públicamente la critica y el rechazo de reparto de cuotas entre los dirigentes partidistas y sus grupos dominantes dentro de sus respectivos partidos, el caso de movimiento ciudadano le sigue apostando a la frivolidad política al postular personajes de la farándula y expriistas desprestigiados.
En el caso de morena no dista de lo anterior, en todos los estados de la republica hubo señalamientos de postular personajes provenientes del PRI que carecen de prestigio político y personal, con la diferencia que de manera natural y por la inercia electoral sea quien sea el o la candidata de morena tiene amplias posibilidades de ganar la elección de que se trate, en una elección presidencial es difícil que haya voto diferenciado y muy seguramente el comportamiento del sufragio será homologado para todos los cargos que se disputen, hay un cobijo natural del respaldo y agradecimiento que le tiene la ciudadanía al presidente de la republica y que optan por que continúe el proyecto de país que se está implementando.
La coalición que postula a Claudia Sheinbaum no manifestó diferendos entre los partidos participantes, al menos se aprecia públicamente cordialidad y acuerdos; el caso de la coalición del PRIAN han hecho públicos sus diferencias como los obscenos acuerdos políticos incumplidos en Coahuila, sus reclamos públicos de dinero escatimado de partidos a la campaña presidencial, los promocionales de sus dirigentes partidistas y lo más burdo y penoso el pleito entre coordinadores de logística a golpes exhibiéndose en cadena nacional, situaciones que reflejan su ánimo en plena campaña, que realmente a sus dirigentes sabedores que será una derrota abrumadora y humillante no les importa porque ellos está, asegurados como senadores los próximos seis años.
Estas circunstancias se reflejan en la campaña del PRIAN, evidencian que no hay un plan elaborado conjuntamente para solucionar los problemas del país, que contrasten con las acciones del actual gobierno; hoy se juntan los partidos que históricamente eran adversarios políticos y se acusaban mutuamente de corrupción, su estrategia sigue siendo el promover el odio y la calumnia como una herramienta de contagio de sentimientos negativos, ausentes las propuestas encaminadas a persuadir a un electorado cada vez más informado y exigente, por eso, las mediciones que salen de diversas casas encuestadoras no varían en ponerlos muy abajo con una diferencia muy amplia.
A la oposición los une la ambición de recuperar privilegios, los grandes negocios que se hacían al amparo del poder, las complicidades e intereses que han tenido siempre de usar el poder para unos cuantos, eso es realmente lo que buscan, nunca les ha interesado la gente, cínica e hipócritamente abanderan las causas de inseguridad, lucha contra la corrupción y por la democracia, lo que para la gente que tiene memoria y sabe lo que hicieron el PAN y el PRI en el gobierno son los causantes de los grandes males del país que muchos de ellos no se pueden resolver en un corto plazo, por eso la gran dificultad que tienen de en casi sesenta días hacer lo que para todos es un imposible de revertir las tendencias tan abrumadoras que los tienen muy por debajo de la puntera candidata oficial.