No se cometió ninguna injusticia, no hubo sorpresas. El repechaje que precede a la Liguilla en la que se disputa el título de campeón del futbol mexicano sirvió solo para crear una sana expectativa, para fortalecer el factor afición y, por supuesto, para ayudar a generar más ingresos, que son muy necesarios en una economía tan precarizada como la que dejó la pandemia.
Al final pasaron los sitios de la tabla números 5, 6, 7 y 8 (Tigres, Toluca, Cruz Azul y Puebla), sobre los lugares 9, 10, 11 y 12 (Chivas, León, FC Juárez y Necaxa).
La Liguilla, que arranca pasado mañana miércoles, se conformará por las series: América vs Puebla; Monterrey vs Cruz Azul; Santos Laguna vs Toluca y Pachuca vs Tigres.
No es verdad “de perogrullo” afirmar que los claros favoritos para pasar a semifinales son los 4 primeros de la tabla, los que cerrarán como locales en los duelos de vuelta el próximo fin de semana. Y no es una obviedad porque no siempre es así. Hay equipos que vienen a la baja y hay otros que vienen en sentido opuesto. Pero aun cuando el Cruz Azul ha ganado sus últimos cinco enfrentamientos, con un destacado papel de su entrenador Raúl Gutiérrez (que llegó de emergente), nadie podrá argumentar que sea favorito, ni siquiera por un reducido margen, que los Rayados que dirige Víctor Manuel Vucetich. Son dos dimensiones distantes las que habitan ambos planteles. Sería una enorme sorpresa que los cruzazulinos avanzaran.
El América es el equipo más regular… El Puebla, su rival, de rendimiento tan disparejo la tiene casi imposible. Quizá las series más parejas sean las otras dos, pero veo al Santos y al Pachuca peleando por el campeonato contra Monterrey y América, respectivamente, en la siguiente ronda.
Pero más allá de este incuestionable grado y momento superior de los cuatro primeros no veo en ninguna de las series resultados apabullantes, ni resolución en el primer partido que le quite interés al segundo.
Rafael Ocampo
Twitter: @rocampo
