Al día de hoy, la FIFA no permite llevar a cabo partidos del calendario oficial de una liga de futbol en un país distinto al que esta competición tiene registrado como sede.
Hay una excepción, el del Mónaco, que juega en la liga francesa. Quizá porque en el principado, literal, no cabe más que un estadio de futbol.
Perdón, hay otra excepción, muy cerca de México… Se da en la Major League Soccer, que no solo tiene equipos estadunidenses, sino también de Canadá (Montreal, Toronto, Vancouver).
Y una más… La liga española ha vendido al mercado asiático una serie de tres partidos (dos semifinales y una final) llamada Supercopa.
Estas tres excepciones a un reglamento, supuestamente inviolable, solo indican que muy pronto presenciaremos una reconformación de lo que hemos conocido como futbol profesional a nivel de clubes.
En las ligas nacionales, el concepto de “local” y “visitante” quedará pulverizado, dando pie a torneos de un corte muy diferente a lo que hemos vivido.
LaLiga y la Real Federación Española de Futbol mantienen un litigio que apenas quede resuelto marcará un antes y un después en este tema. LaLiga, presidida por Javier Tebas, quiere llevar partidos oficiales a ciudades y estadios de Estados Unidos, y si llega a ganar, esto le abrirá las puertas a la Liga BBVA a hacer lo mismo.
Varios partidos del calendario regular de la Primera División podrían tener como sede ciudades de Estados Unidos donde los inmigrantes mexicanos han hecho una nueva vida.
Hay muchísima expectación en todos los sectores que componen el futbol ante esta desaparición de fronteras. Y en tal contexto es que se está dando forma a la idea de acabar con el descenso, de consolidar la liga con el ingreso de inversionistas que no sientan como un absurdo meter su dinero para que se devalúe si es que no mantienen la categoría.
Todo un Tratado de Libre Futbol, al menos con tres países firmantes.
