Apenas se instale el futbol a nivel de clubes en la nueva normalidad, la actividad de las selecciones nacionales empezará a marcar nuevos retos para los futbolistas acostumbrados a ser considerados con etiqueta, inclusive, de imprescindibles.
Fuera de Raúl Jiménez, de indiscutible exitoso momento, el resto de los mexicanos que se encuentran jugando en el futbol europeo no tienen nada claro lo que se les viene apenas concluya la presente temporada.
Andrés Guardado, con contrato en el Betis de Sevilla, tendrá en la figura del chileno Manuel Pellegrini un nuevo entrenador. Con la posibilidad abierta de terminar su trayectoria en la MLS (en donde habitan figuras como Carlos Vela y Javier Chicharito Hernández), nadie debe descartar que el ex atlista decida abandonar su aventura por el futbol del Viejo Continente.
Su compañero de equipo, el todavía juvenil Diego Lainez no tiene absolutamente nada claro. No se sabe si seguirá en el equipo andaluz, o será prestado a otro club europeo, o en una de esas se regresa a la Liga BBVA.
Héctor Herrera ha dado muestras de su calidad con el Atlético de Madrid, pero de eso a tener segura su continuidad hay un trecho interesante. E igual sigue de colchonero pero sin tener los minutos que reclama el ser seleccionado nacional.
Jesús Manuel Corona con el Porto de Portugal es quizá, después de Raúl Jiménez, el mexicano mejor posicionado. Pero no será fácil que encuentre un club de mejor nivel que en el que ahora está.
Un tercer caso en jerarquía es el de Hirving Lozano. Hasta hace dos semanas se daba por descontado que el Nápoles prescindiría de sus servicios, tras uno o dos goles y algunos minutos en la cancha, ahora se habla que lo quiere el Manchester United. El escenario en el que se instale no parece muy halagüeño en cuanto a disponer del rol de titular que sus condiciones marcaban.
En suma, si Gerardo Martino va a poner su suerte en los europeos, no va a vivir muy tranquilo.