La historia de Santiago Giménez, el apodado Chaquito en honor de su padre Christian Chaco Giménez, puede ser catalogada ya como exitosa.
Es considerado al momento el mejor delantero de la Liga de los Países Bajos, la Eredivisie. En esta temporada acumula 13 goles en las tres competiciones en las que está activo su equipo, el Feyenoord, que marcha líder del torneo y sigue vivo en la Europa League, en la ronda de octavos de final.
Pero a la par de estos números y datos, lo que uno puede ver es un desarrollo notable de este jugador de 21 años, tanto en lo físico como en lo táctico. Es hoy mucho mejor futbolista que cuando se fue del Cruz Azul apenas hace unos meses.
Revisando este caso a nadie le debería de quedar duda de que este es el camino, el de la exportación de talento joven, para darle mejores opciones de buenos resultados y buen juego a la selección mexicana de futbol.
Exportar lo más que se pueda es el proyecto que debe ser armado y ejecutado desde lo más alto del futbol mexicano.
Tener una lista al día del talento que puede y debe ser promovido y echar a andar una estrategia para acomodarlos, de preferencia en el futbol europeo.
Que no siempre se obtendrán buenos resultados, es muy factible. Ahí está el caso de Diego Lainez, quien ha tenido que regresar a la Liga Mx, ahora con los Tigres de la UANL. Y de varios otros más… como JJ Macías, de regreso a las Chivas.
Pero insisto, con el referente del Chaquito tan cercano y diáfano, uno no puede dejar de reconocer que este camino conduce a un sitio mejor. Que además hay otras formas de nutrir a una selección, nadie lo duda. Pero esto es obligado.
¿De verdad nadie cree que se pueda o se deba armar un plan o un proyecto de exportación de talento al futbol europeo? Estos son los varios puntos de trabajo que simplemente ni se exploran, ni se trabajan. Hoy cada equipo y propietario va solo.
Rafael Ocampo
