Uno puede entender que el Inter de Miami, con el veterano pero todavía brillantísimo Lionel Messi sobre la cancha, pueda eliminar a un equipo mexicano, cualquiera que sea, de un torneo como la Leagues Cup.
Pero que este club, sin la gran figura argentina (lesionado, vestido de civil en la tribuna), eche a los poderosos Tigres de la Liga Mx, en los cuartos de final de esta Copa, es un punto que debe criticarse empezando por calificar como pésimo el papel de los dirigidos por Guido Pizarro.
Ni Ángel Correa, ni Nahuel Guzmán, ni Juan Brunetta marcan diferencia a favor de los Tigres en este tipo de torneos internacionales. Tampoco ninguno de sus destacados jugadores mexicanos. Menos André-Pierre Gignac, que no acaba de retomar el nivel que lo convirtió en leyenda en este club. Y es más, ya no es momento de esperar del francés más de lo mucho que le ha dado a esta institución. Para eso trajeron a figuras como Correa, precisamente.
El punto es que nuevamente, en el formato de la Leagues Cup, los representantes del futbol mexicano están quedando a deber. Está en deuda también y tan grande o más que la de los Tigres, el campeón Toluca. Los dirigidos por Antonio Mohamed fueron incapaces de ganarle al Orlando City, que ciertamente está en muy buena forma en la MLS, pero no, se suponía, al nivel del considerado mejor equipo de la Liga Mx.
En fin, un desastre completo. Al tiempo de escribir esta columna, el Puebla empataba a cero goles con el temible Seattle Sounders que, recordemos, zarandeó hace semanas al Cruz Azul. No se esperaba nada bueno. Aunque ojalá me equivoque.
Y para completar el cuadro de cuartos de final, el Pachuca se enfrentaba al Galaxy de Los Ángeles. Aquí sí, podría decirse, eran favoritos los Tuzos, aunque el Galaxy es el vigente campeón de la MLS.
Esperemos unos días para completar este análisis comparativo. Pero no le va a ir nada bien a la Liga Mx.
