De 1978 a 2018, un corto periodo de 40 años en una larga historia, la antigua nación china ha experimentado grandes cambios y su pueblo unido y diligente ha escrito una historia épica de desarrollo de la nación y el país. El 18 de diciembre de 1978 se convocó a la tercera sesión plenaria del XI Comité Central del Partido Comunista de China, con la cual se inició el proceso de reforma y apertura, una gran expedición del país, abriendo un nuevo capítulo en la época.
De desatar la vitalidad de la economía de mercado a promover la transformación y optimización de la economía, la reforma y apertura ha cambiado a China de forma radical. En estos 40 años, el PIB de China ha tenido un crecimiento anual medio de 9.5% para crecer de 175 mil millones de dólares a 12 billones, lo que le permite situarse en el segundo lugar a escala mundial. China ha creado el mayor sistema de seguridad social del mundo, ha sacado a 740 millones de personas de la pobreza en zonas rurales, y ha formado la mayor población de ingresos medios a escala global, duplicando casi 23 veces los ingresos disponibles per cápita. Son logros nunca antes vistos en la historia del desarrollo humano. De las tecnologías introducidas a la innovación independiente, China ha venido fortaleciendo su poder en ciencia, tecnología y capacidad innovadora. Ha presentado equipos destacados como la nave espacial Shenzhou, el sumergible tripulado Jiaolong y el telescopio Ojo del Cielo, y ha alcanzado e incluso liderado ciertas tecnologías vanguardistas. Esta “segunda revolución” le dio a China el gran salto para ponerse de pie, enriquecerse y hacerse poderosa, en cuya tierra de 9.6 millones de kilómetros cuadrados se muestran los cambios y logros históricos.
De establecer las zonas económicas especiales a ingresar en la Organización Mundial de Comercio, la reforma y apertura ha influido gradualmente en el mundo. En estos 40 años China se ha desarrollado a puertas abiertas. El volumen del comercio de mercancías de China se ha incrementado en casi 198 veces en comparación con cuatro décadas atrás, convirtiéndose en el mayor país del mundo al respecto, además de ser también el mayor país industrializado. Es el principal socio comercial de unas 130 naciones y el segundo mayor de otras 70. China ha recibido 1.9 billones de dólares de inversión directa extranjera y ha invertido en el exterior más de 600 mil millones de dólares, siendo así la tercera mayor inversora mundial. Durante varios años consecutivos, China ha contribuido al crecimiento económico global con más de 30%. La China que intentaba seguir el ritmo de la época se ha transformado para ser el nuevo motor para ese crecimiento.
La reforma y apertura de los 40 años pasados constituye una serie de cambios institucionales, renovación de ideas y prácticas innovadoras. Los éxitos logrados en este proceso nos inspiran a que la clave de la reforma consiste en buscar siempre la verdad y dedicar los esfuerzos para el bienestar del pueblo. El Partido Comunista de China, que combina el marxismo con las condiciones reales del país, ha liderado al pueblo en distintas generaciones y ha creado estos y otros milagros y se acerca a la meta del gran renacimiento de la nación china. En este proceso de integración a la modernización mundial, el éxito de la reforma y apertura revela al mundo que, para lograr la revitalización de un país y una nación, se tiene que avanzar y desarrollar acorde al progreso de la historia y el desarrollo del tiempo. La apertura trae el progreso, mientras que el enclaustramiento conduce al atraso. Con los brazos abiertos, los caminos se ensancharán. El éxito de la reforma y apertura también ha animado a otros países en desarrollo acerca de que el camino hacia la modernización no es único. El desarrollo del camino, la teoría, el sistema y la cultura del socialismo con peculiaridades chinas ha expandido sus propias vías en otros países en desarrollo, ofreciéndoles una nueva opción a aquellos que desean acelerar el desarrollo mientras mantienen la independencia.
China, avanzando en la reforma y renacida en la apertura en estos 40 años, ha abierto el camino del socialismo con características propias y creado un espectáculo histórico de “milagros del Oriente”. Como dijo el presidente Xi Jinping, “la reforma y apertura es la clave para determinar el destino de la China contemporánea. No cesará la reforma y apertura. China sorprenderá al mundo con más y nuevos milagros.” China, habiendo obtenido grandes logros con la apertura, impulsará una nueva ronda de apertura más profunda, para contribuir aún más al desarrollo mundial y el progreso humano.
...................
*Embajador de China en México
China comparte con el mundo reformas y oportunidades
- Columna de Qiu Xiaoqi
-
-
Qiu Xiaoqi
Ciudad de México /