En México, todo ciudadano debe tener acceso irrestricto a servicios necesarios de salud eficientes, y de calidad, a cualquier nivel de necesidad de atención.
Para esto, es oportuno acudir al ejemplo de los países nórdicos que han probado ser los más efectivos, donde dividen horizontalmente a la salud en dos niveles: atención familiar y atención hospitalaria.
Para la primera, donde necesitamos que se resuelvan las causas más importantes de deficiencias en la salud a través de la medicina preventiva y seguimiento de enfermedades crónico-degenerativas, cada familia debe ser asignada a un médico general, y la organización debe ser realizada a nivel comunitario, municipal, principalmente.
El sistema hospitalario, por su parte, debe desfragmentarse y estar administrado centralmente a nivel federal, homogeneizando, regulando y supervisando todos los servicios hospitalarios disponibles para toda la población.
Es urgente avanzar en ambas direcciones: la atención familiar contribuiría inmensamente a mejorar el nivel de salud de nuestra población y, de manera preventiva, evitaría en muchos casos la necesidad de hospitalizaciones. Pero también la cobertura de una red hospitalaria de calidad mejoraría nuestra esperanza de vida.
En ambas coberturas somos deficitarios. Para la medicina familiar, necesitamos elevar la disponibilidad de médicos en al menos 30 por ciento, principalmente en las áreas menos urbanas y rurales. Y necesitamos invertir tres veces lo que tenemos invertido en infraestructura hospitalaria. Y gastar en salud el doble de lo que actualmente gastamos con respecto del PIB.
Estas metas no son realistamente alcanzables en el corto plazo. Por lo que debe existir un esfuerzo avalado constitucionalmente para, consistentemente, adherirnos a un Programa de Cobertura Progresiva de Salud, donde cada año encontremos el financiamiento para avanzar, por ejemplo, un punto porcentual del PIB hasta alcanzar la cobertura universal de calidad de atención a nuestra salud.
El financiamiento a la salud es también un reto al que debemos contribuir todos los que generamos ingresos en proporción directa a los mismos, de lo cual hablaré en mi próxima entrega.
@PatyArmendariz