Mario Marín Torres es un político priista que era prófugo de la justicia, pero no el más buscado por la justicia mexicana.
Envalentonado por el ascenso de la 4T al gobierno y con la muerte de su enemigo político Rafael Moreno Valle, Marín Torres le levantó la mano a Alberto Jiménez Merino en 2019 como el candidato a gobernador del PRI en las elecciones extraordinarias, pero también intervino en el gobierno de transición.
Fue en 2019 su última aparición pública porque gozaba de impunidad ganada a pulso por los apoyos políticos y recursos financieros a los candidatos contrarios al PRI y al PAN, postulados en 2018.
Junto con empresarios consentidos durante su sexenio de 2005 a 2011, se aportaron vehículos blindados, dinero y recursos materiales a las campañas electorales para frenar la ola azul.
El Góber precioso puso a disposición del partido emergente en 2018 toda su estructura en el territorio poblano para cobrarse la venganza política contra los Moreno Valle; hoy muchos de los marinistas siguen viviendo del erario.
Mario Torres volvió a tener poder político público y lo exhibió en el estado a partir de 2018, porque le apostó a los candidatos contrarios al PRI, quienes le aseguraban frenar el proceso en el poder judicial de Quintana Roo.
Si alguien tiene el mérito de la detención del ex gobernador poblano es la periodista Lydia Cacho, quien presionó al Poder Judicial de la Federación y el estado de Quintana Roo para no detener el juicio y capturaran a Mario Marín, Kamel Nacif y Adololfo Karam, y a otros implicados.
Cacho se refugió en España, donde radica por temor a ser asesinada después de los atentados a su integridad física y moral.
Prófugo de la justicia, el empresario Kamel Nacif huyó a Líbano, donde se refugió para evadir su detención, porque México y Líbano no tienen tratado internacional de extradición.
Mario Marín y su fortuna protegida, a través de Mario Marín García (primogénito) como su testaferro, siempre estuvo al alcance de la FGR y de la UIF, pero no lo tocaron ni con el pétalo de una rosa; nunca le siguieron la ruta a los millones de dólares invertidos en EU y Europa, así como en paraísos fiscales.
Pero Mario Marín sigue teniendo capital político, nuevamente, ahora contra su voluntad, para endosarle al PRI de "Va por México" su desprestigio y recordarle al electorado con quién se aliaron el PAN y PRD. Así o más claro, es pregunta.