El acto de comer tiene múltiples significados y simbolismos; el principal es obtener “energía” para sobrevivir; también está el aspecto social y desde luego el placer de comer.
Cualquier persona durante la enfermedad ve afectada su capacidad de comer; por lo general el apetito y disfrute de la comida se pierde; sin embargo es importante hidratar y alimentar a los pacientes para una más pronta recuperación de su enfermedad de base como cáncer, sida, neumonía o una cirugía grande.
La mayoría de los pacientes pueden seguir comiendo por la boca, sólo un grupo requiere de la colocación de sonda nasogástrica o una sonda directa al estómago (gastrostomía) para alimentarlos; lo ideal siempre es que el paciente se alimente por vía intestinal; no hay nada mejor que el intestino funcione y absorba los nutrientes.
Aun así, existe un subgrupo de enfermos que no es posible darles de comer por la vía intestinal, ya no se diga por boca.
A este grupo debemos de alimentarlo por “la vena” es decir, se les coloca un catéter venoso central (porque va hacia el corazón) para a través de él pasar la comida preparada líquida en una bolsa.
La NPT o alimentación parenteral total; el médico especialista (y solo ellos) calculan los ingredientes, es decir, cuántas calorías, porcentaje de glucosa, de proteínas y grasas debe de llevar esa nutrición, qué cantidad de sodio, potasio, magnesio y calcio y otros suplementos que contiene la nutrición.
Cada alimentación va ajustada a la edad y diagnóstico de cada paciente; y se va modificando de acuerdo con las necesidades o requerimiento de la persona. Importante es dar de comer al paciente para que se recupere y alivie.
Porque estos pacientes hospitalizados que no logran comer por la boca generalmente ya están muy mal nutridos o desnutridos y eso perjudica su alivio.
Es decir, un paciente desnutrido tiene peor pronóstico que aquel que no lo está.
La NPT por lo general es costosa, pues se administra diariamente y normalmente es de uso intrahospitalario; esto último es importante porque usar la NPT en hospital reduce complicaciones que tienen que ver con la asepsia y antisepsia del producto y del catéter venoso.
Existen riesgos inherentes a la implementación de la NPT por ejemplo, la mala colocación del catéter central que también lo debe de hacer un médico entrenado. Hoy en día existen algunas nutriciones parenterales para uso periférico también como alternativa.
Pero en pacientes críticos y graves o con una enfermedad muy desgastante como los gran quemados es indispensable la NPT.
Este tipo de alimentación artificial se prepara en hospital bajo condiciones especiales como el uso de campanas de flujo laminar asepsia y antisepsia correspondientes para evitar la contaminación. En ocasiones algunos laboratorios ya venden y preparan la solución de NPT prefabricadas para su administración casi directa al enfermo.
Lo más apasionante es calcular de manera individual la nutrición de acuerdo a cada paciente y enfermedad u órgano o sistema afectado.
Requiere de un monitoreo de laboratorio y antropométrico y marcadores nutricionales periódicos para evaluar la respuesta a la alimentación y evitar descontrol de líquidos o electrolitos en sangre.
Sin embargo, una regla básica y universal es que la Nutrición parenteral debe ser estéril.
En caso de contaminación con bacterias es una catástrofe porque esos microbios crecerán a sus anchas en un medio nutricional o caldo que no estaba destinado para esas bacterias; y peor aun el enfermo se infectará.