Difícil procesar o siquiera pensar que alguien no considere inquietante y muy grave que ciudadanos en Chiapas, en la zona de la frontera con Guatemala, hagan valla y aplaudan al paso de grupos del crimen organizado en poderosas camionetas y luciendo armas de grueso calibre, que presuntamente lograron retirar un bloqueo de otro grupo criminal, y así siguen disputando el control de ese territorio donde pretenden seguir operando el narcotráfico.
Quizá a la gente de la valla no se le puede reprochar de más, pues hay que estar muy desesperanzado y sin confianza alguna en la autoridad para llegar a eso que sí puede ser parte de su normalidad, simplemente porque no hay más opción. Al respecto, el presidente de México reconoce la presencia y la disputa de esos grupos en aquella zona del sureste mexicano; lo sitúa en territorio pequeño y destaca que no haya habido muchos asesinatos en Chiapas pero lamenta que haya “mucha propaganda” de estos hechos. ¿Cómo explicar que parte de la actitud desafiante de los criminales al estado pasa por ufanarse de su poder y dominio sobre la gente a la cual no puede responder el gobierno?
En los últimos días secuestraron a la alcaldesa de Cotija, Michoacán, mientras paseaba por Zapopan, Jalisco, y se atribuye esto a otro grupo criminal de origen jalisciense, ante lo que el gobernador de Michoacán responde que ella, a diferencia de otros once alcaldes de su estado, no había solicitado protección especial. Sumemos a esto la criminalidad sanguinaria que asesina por docenas en Guerrero, y podrían enlistarse más hechos delictivos perpetrados arteramente y sin respeto alguno. ¿Omitir relatarlos sería opción para mejorar la situación? ¡Ojalá! De verdad ojalá eso funcionara, como si fuera “el coco” que la mente infantil piensa que, al no verle, deja de acechar.
Provocaciones
#InoperanciaContagiosa: El Tren Interurbano México-Toluca, una obra sumamente costosa, hiper retrasada e inaugurada parcialmente, agrega a sus historias lamentables que, pese a todo el tiempo que se ha tenido, no hay planes, acuerdos, ni acciones coordinadas para garantizar orden en la movilidad, actividad comercial y hasta seguridad en las zonas aledañas, aunque mucho se habló de ello por años.
Aunque no es su responsabilidad total, ahora el presidente de Metepec anuncia que garantiza orden en su territorio con sus recursos; el de Toluca busca acuerdo con el gobierno estatal antes de inquietarse; el de Zinacantepec se dispone a intervenir en lo que se requiera y el de Lerma… quizá espera invitación mientras se extiende el desorden. Por su parte, empresarios del transporte y comercio buscan a marcha forzada generar algunos planes para aprovechar de manera sustentable las zonas aledañas a las estaciones que, dicen, abarcan más de 770 hectáreas.
Tal vez sea buen momento para observar actuando conjuntamente a Carlos Jesús Maza Lara, Secretario de Desarrollo Urbano; Laura González Hernández, Secretaria de Desarrollo Económico y a Daniel Sibaja, Secretario de Movilidad -si es que no les heredaron plan sobre esto- armar la estrategia sin esperar a que se llegue el tiempo que opere por completo el famoso Insurgente, así evitarán que los alcaldes tengan que improvisar y desperdiciar esfuerzos.