El presidente Andrés Manuel López Obrador aprovechó al máximo su tercer contagio de covid para observar desde la vitrina del poder el panorama en su ausencia; fue una prueba de lealtad para sus allegados y para quienes realmente quieren continuar con su proyecto.
Esas más de 72 horas de ‘incertidumbre’ pusieron en clara evidencia su liderazgo absoluto. No hubo medio, redacción o pasillo político que no se ocupara permanentemente. Los propios fueron prudentes y actuaron con inteligencia y silencio para no equivocarse; quienes mintieron piadosamente a la vista de todos, ya se ganaron un ‘ticket’ para cobrar en la siguiente ronda; los que aventaron otro tipo de mentiras, también boleto… otro tipo de boleto.
Reapareciendo por medio de un video, pleno de simbolismos, Andrés Manuel López Obrador ‘tiró línea’ (entre líneas) de sus siguientes movimientos. Con un Senado entregado, los gobernadores morenistas fueron citados junto con las cuatro corcholatas a Palacio Nacional para poner orden y dejar como evidencia la foto, cual mensaje de unidad.
Mientras afuera retumbaba la ‘motomami’ Rosalía ante sus fans en el Zócalo —como en película de Coppola o Scorsese—, adentro les leía la cartilla a sus ‘apóstoles’ . En medio del discurso: habrá candidato en tres meses más y “de ahí pa’l real”. Y un fuerte llamado a cerrar filas para sacar adelante las prioridades de cierre de sexenio: la aprobación en el Senado del paquete de reformas que aprobaron en San Lázaro y garantizar el triunfo en la elección de Estado de México, como la antesala que es, de la próxima elección federal. El mensaje político para algunos afuera y para todos adentro es muy claro.
Tan claro como que el presidente Andrés Manuel López Obrador regresó más fuerte que nunca. Tan fuerte como aquellos que nunca se fueron.
Palabras clave
Dos años tuvieron que pasar para que el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, regresara al Palacio en el que solía desayunar con el Presidente. La jugada que implementó en el Senado, acordando una votación para rechazar la resurrección del INAI, lo puso una vez más ‘a la derecha del Padre’. El crédito que se gana Monreal puede no alcanzar para pelear por la Presidencia de México, pero sí le aseguraría ser el posible gobernante de la Ciudad de México.