Este próximo domingo con las celebraciones de la Virgen de Guadalupe para la Iglesia católica y en el argot del consumismo, inicia oficialmente el popular maratón “Lupe-Reyes” con todo lo que ello conlleva, por lo que quienes estamos en el mundo de las adicciones aprovechamos la ocasión para desear que toda la gente tenga felices fiestas, sin excesos, ni tragedias.
¿Por qué hablar de tragedias en una temporada que suponemos festiva? Porque las estadísticas indican que esta época además de marcar alto consumo de alcohol y otras drogas, detona en algunos segmentos de la población alteraciones en el estado de ánimo, momentos de nostalgia o tristeza, con sus respectivas consecuencias y,también señalan que pueden presentarse mayores intentos de suicidio que en otras fechas del año.
De tal suerte que lo que se supone es una fiesta, muchas veces termina en tragedia. Por ello en estas semanas hemos sido muy insistentes en las acciones preventivas y en hacer consciencia de las consecuencias de los excesos y de las licencias sociales que suelen otorgarse en estas celebraciones para justificar un aumento de consumo.
“Cómo vivir una temporada sin abusos, no tragedias”, es la plática que impartiremos hoy en la noche y que podrán seguir a través de nuestras redes @laalegriadevivirenplenitud desde cualquier ciudad, gracias a la invitación de la Casa de Oración San Pedro, en San Pedro Garza García Nuevo León.
Además de compartir algunas cifras sobre la realidad actual en el consumo de sustancias y hacer algunas reflexiones sobre este tema del que debemos estar conscientes para poder enfrentarlo, vamos a dar algunas sugerencias de cómo evitar los riesgos de los temas lamentables que suelen acompañar la temporada.
Ninguno de los que estamos en el campo de las adicciones podemos estar en contra de las festividades, ni siquiera de brindis eventuales, aunque como agentes de salud debemos ser claros de lo que pueden provocar los excesos, para lo cual es importante tener información que nos permita equilibrar las consecuencias negativas.
No se trata de ser “aguafiestas” como alguien me sugería, sino de tener claridad de lo que sucede en esta temporada para fortalecer los factores de protección que reduzcan los eventuales sucesos trágicos.
De lo que se trata pues, es de gozar celebraciones en armonía, en paz, con salud y alegría.
Omar Cervantes