Cultura

Pongámosle humor a la vida

Este domingo mientras navegaba sin buscar algo específico por mi twitter, en donde la polarización sobre la consulta popular parecía poner muy serio y hostil el ambiente, recibí un mensaje de uno de mis hijos que en la Ciudad de México presentaba su proyecto final de “stand up”, acompañado de su novia y sus amigos, lo que me llenaba de alegría al verle realizar uno de sus sueños de este año.

En ese momento me vino a la mente el famoso refrán popular “cada chango a su mecate” o “cada loco con su tema”, como la canción de Serrat.

Pensé hacia mis adentros que así es como se mueven las redes sociales, obedeciendo a un algoritmo que nos pone en nuestra línea de tiempo los temas de interés para cada quien y creando submundos virtuales en los que cada quien pudiera llegar a pensar que todo mundo habla de lo mismo que a nosotros nos aparece, sin detenernos a pensar en que, como en la vida real, nos rodeamos de los que comparten nuestros mismos temas, lo cual no quiere decir que el universo entero sea así.

En mi caso, por ejemplo, pueden aparecer notas políticas, temas de adicciones, deportes, físicoculturismo, la biblia, algunos grupos musicales y algunos coaches de vida, entre otras cosas, lo cual no quiere decir que pueda parecerse al de mi gente cercana como mis hijos, por ejemplo, que seguramente tienen intereses diferentes a los míos, aunque a veces somos tan cerrados e inflexibles que damos por hecho que todos andamos en los mismos temas.

Por ello me dio mucha alegría recibir el mensaje de José Ángel al llegar a la Ciudad de México, para decirme que dentro de algunos minutos presentaría su “stand up”, justo mientras yo leía una red social sumamente polarizada y agresiva con respecto a un tema que quizás, según las estadísticas de participación, podría interesar solo a un sector menor de la población, incluyendo el llamado círculo rojo.

Aunque mi hijo está entrando a los 23 años, lejos de ser un niño, recordé con nostalgia aquella canción que cantaba Xavier López Chabelo y que sugería que “si los niños gobernaran al mundo y en lugar de guerra se ordenara jugar”.

Decidí entonces enfocarme más en el evento de mi hijo que en lo que sucedía en la discusión de las redes sociales e igual que Chabelo pensé en lo diferente que sería el mundo si le ponemos humor a la vida.

Y en realidad aplaudo a quienes dedican su vida a contar chistes y hacernos reír a los demás, ya que además es algo muy complejo hacerlo con gracia, con estilo y con clase.

Por ello cuando mi hijo me pidió apoyarle en esta actividad extraescolar inmediatamente acepté puesto que soy un convencido de que la risa es de las mejores terapias que podemos tener los seres humanos.

Si en lugar de querer encajar dándole gusto a los demás, si en lugar de tener que dar explicaciones para que no se sientan los demás, si en lugar de querer tener la razón y de polarizar, si tan solo pensáramos en ver la vida con más ligereza, aprendiéramos a reír y a ponerle humor a la vida, seguramente subiríamos el nivel vibracional del planeta.

José Ángel le dedicó el “stand up” a su perro Ballack, un fiel pastor alemán que le acompaña cotidianamente, comparando la vida de las mascotas con los niños, en un mundo donde deberíamos analizar y reconsiderar los valores de los adultos.

Volvamos a la espontaneidad, la lealtad, la fidelidad y el deseo de vivir libres de prejuicios y de ataduras.

Pongámosle humor a la vida y no nos tomemos tan en serio. ¡Eso también se vale! Feliz mes de agosto.


Por Omar Cervantes


Google news logo
Síguenos en
Omar Cervantes
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.