Con todo el agradecimiento a Dios mi Señor, esta semana estoy gozoso porque si Él lo permite, el próximo viernes 14 estaré llegando a 27 años de recuperación de mi enfermedad primaria llamada alcoholismo.
Con el permiso de los Alcohólicos Anónimos, que me han ayudado mucho en todo este tiempo, hace ya varios años que rompí el anonimato en mi calidad de comunicador, escritor y especialista certificado en adicciones, por lo que comparto este nuevo aniversario no como vanagloria, sino tratando de ponerle humildad para dar un testimonio de que sí se puede superar una adicción, un día a la vez, con la gracia de Dios.
Romper el anonimato es una decisión personal y, según las tradiciones de AA, deberá hacerse siempre y cuando el objetivo sea ayudar a otros que están sufriendo aún de la enfermedad, por lo que en esta semana de testimonio agradezco a Notivox Puebla y particularmente a su director, Miguel Ángel Vargas, que me haya invitado a escribir desde el 2014 y hasta la fecha con mas de 500 artículos que hemos publicado para tratar de apoyar a adictos y a sus familias, así como a quienes buscan un camino para el crecimiento personal.
De esos artículos se han publicado, gracias a Dios, un par de libros. En 2018 publicamos La Alegría de Vivir, un viaje de las tinieblas a la luz y en 2022 Rendirse para triunfar, la alegría de vivir, en donde se hizo una selección de lo escrito para Milenio.
Así que además de agradecer a Dios por estos 27 años de sobriedad, me siento afortunado de que en los últimos 11 años hemos podido multiplicar el mensaje de esperanza de que las adicciones tienen solución y tratamiento para salir del infierno de la esclavitud con la que muchos vivimos atrapados y pensábamos que ya estábamos desahuciados.
Gracias a Dios, gracias a mis terapeutas, gracias a AA, gracias a mi querida Gaby, a mis hijos Pedro, José y Gabo, a mi madre en el cielo, a mi padre en abstinencia, a mis padrinos y particularmente a mi fallecido tío Toño, así como a todas las personas que han contribuido con los primeros 27 años de recuperación.
¡Si yo he podido! ¡Tu también puedes!