Así como se dice, entre fríos, pagos anuales y el fin del maratón “Lupe Reyes” alargado para los que apenas retornaron ayer al gimnasio, a hacer ejercicio y a echar a andar sus metas del 2025, en un abrir y cerrar de ojos ya se nos fueron dos semanas y contando.
Cuando me toca evaluar los planes de recuperación de adicciones o los procesos de bienestar integral la experiencia me dice que normalmente la gente se aplica a partir de la segunda quincena de enero.
Lo de que los gimnasios se llenan en enero es real, pero esto comienza la segunda quincena, ya cuando las clases de educación básica se reactivaron, ya comenzó el regreso de las universidades y la gente ya quitó su árbol navideño.
Pasa lo mismo en muchos casos con adicciones. Recurso un caso inolvidable de un consultante que acudió en diciembre a evaluación y cuando le propuse iniciar de inmediato el tratamiento me dijo que prefería que fuera en enero porque tenía un rave de fin de año que solía extenderse unos 10 días.
Así que, ya pasadas las dos primeras semanas del año, no hay pretexto. Cómo le dijo Apollo a Rocky: no hay mañana.
Cualesquiera que sean tus metas y objetivos, recuerda que debes ser constante y perseverante.
Cuando me preguntan cómo empezar, la respuesta es fácil, hay que dar el primer paso.
Una vez puestos en marcha, hay que brincar las etapas de abandono que suelen ser del cuarto al séptimo día.
La segunda semana es de consolidación y ya para la tercera debe estarse generando un nuevo hábito en tus conductas.
Cómo dicen los alcohólicos anónimos, solo por hoy y poco a poco se llega lejos.