En Puebla, como en todo el país, las adicciones representan un reto con muchas tareas por hacer, marcado por estadísticas crecientes y rostros de quienes han decidido hablar para ofrecer recuerdos de las tinieblas en que vivieron.
Según datos recientes del gobierno de Puebla, el consumo de sustancias psicoactivas aumentó un 30 por ciento tras la pandemia, una clara señal para autoridades y familias que observan cómo el problema se profundiza en las nuevas generaciones.
Asimismo, los estudios señalan un incremento de 10 a 15 por ciento anual en el consumo general de drogas.
Aunque en este momento el gobierno federal está levantando la encuesta actualizada de consumo de tabaco, alcohol y drogas, los datos entre estudiantes de Puebla señalan que el 15.3 por ciento ha experimentado drogas alguna vez en su vida y el 12.2 por ciento ha usado sustancias ilegales, especialmente marihuana e inhalables, señaladas como drogas de inicio junto al tabaco y el alcohol a edades promedio de 12 años.
Pero estas cifras cobran vida cuando escuchamos a quienes enfrentaron el fondo de sufrimiento y han decidido con valentía, compartir su testimonio.
En Narconon Puebla, una clínica de rehabilitación, según su misma página, una adicta en recuperación comparte: “mi historia empieza pensando que nunca sería dominada por una sustancia… de los 15 años que estuve dentro de mi adicción no me había sentido con tanta plenitud como me siento ahora”.
Otro testimonio, en la página de la Clínica SER, habla del poder de la recuperación con gratitud, en la voz de un paciente: “Gracias a ese apoyo no he vuelto a mi adicción, he aprendido a valorar todo lo que antes había perdido”.
Por supuesto todos los grupos de ayuda mutua y del programa de los 12 pasos como Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos y otros esfuerzos individuales y colectivos, así como los Centros de Atención del estado y los municipios, además de la amplia campaña que realiza el gobierno de la República, suman para hacer frente a esta enfermedad, aunque aún son insuficientes, lamentablemente.
Hoy, hablar de adicciones en Puebla es reconocer una obligación colectiva: visibilizar el problema con empatía, sumar a instituciones, familias, escuelas y organizaciones locales.