Sociedad

Casa de muñecas

  • Criando Consciencia
  • Casa de muñecas
  • Nadja Alicia Milena Ramírez Muñoz

El cuerpo de las mujeres ha sido desde siempre, territorio de conquista, objeto de consumo, espacio que con libertad recorren las lenguas mordaces de arriba abajo, sin piedad.

Existen estos anuncios de mujeres siendo castigadas a nalgadas por sus esposos, como si ellas fueran niñas y los esposos sus padres.

(Hablemos también de porque se normaliza el maltrato a la infancia, en otra ocasión). 

Este esquema de roles coloca a la mujer en una posición inferior de indefensión, en la cual necesita ser educada, corregida y protegida, nos aleja del mundo real y nos confina a una cocina porque los dueños del mundo, los grandes protectores, son ellos.

Así lo veremos en el cine, los diarios, la televisión y las revistas.

Hombres asomándose sobre traseros de mujer bien formados mientras modelan una corbata y dice “muéstrale que es el mundo de los hombres”. 

Hombres forzando mujeres a un beso de amor, por el cual deberíamos estar agradecidas y maravilladas por el honor. 

Hombres rescatando prostitutas. Hombres descansando mientras las mujeres lavan trastes con el mejor y más eficiente jabón lavatrastes fulanito. 

Hombres urgando en las bragas de una mujer mientras posan los nuevos zapatos de marca reconocida. Hombres abusando de mujeres dormidas, manoseando senos de pequeñas mujeres con rostros infantiles, (de preferencia).

Siempre son ellos quienes tienen la imagen del poder, nosotras la sumisión, y aguas y te salgas un poco de ese papel, porque entonces el abuso continúa en forma de acoso, salarios irrisorios, carreras detenidas, renuncias de las que nadie más que nosotras mismas conocemos, tratando de subir al escalón de poder que ellos tienen bien guardado para sí mismos.

Hoy aprendí algo que siempre había sabido, pero que no aceptaba ante mí misma, porque asumirlo es demasiado duro:

Nos quieren para su consumo, les servimos para su disfrute, nos han metido en cajas de muñecas y han hecho que amemos la envoltura.

Es mediante el amor que nos tienen sometidas en un esquema de las cosas en las que el cuidado y dedicación a los hijos, al esposo, a los logros profesionales y las esperanzas académicas nos anula la mamífera, la salvaje, la diosa femenina que elegía ser lo que quería, elegía amar cuando quería, abortaba y corría, paría y amamantaba, trabajaba, creaba y no coleccionaba poder ajeno porque se sentía poderosa teniendo y siendo lo que ella deseaba.

No emulaba, no ocupada espacios de poder llenos de sangre.

Se lo llevaron todo.

Nos deslumbraron con sus espejos y nos despojaron del oro real: la libertad de amar, de no ir detrás de ellos, ni aspirar a ser como ellos nos enseñaron.

Recuperemos la libertad, salgamos ya de ésa caja de muñecas que nos construyeron encima, decide, elige, ser tu misma en tus propios términos, lejos de sus enfermizos parámetros de lo que una mujer debería ser.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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