
Tlatelolco ha sido cuna y hogar de muchas personalidades del arte a este nuestro México contemporáneo, entre otros la familia de actores Bichir, Alejandro Bichir, Maricruz Nájera, y sus hijos Odiseo, Demián y Bruno (este último nacido ahí en 1967).
Para 1983 la “Plaza de las Tres Culturas” recibe a nuestro invitado para esta nueva entrega, Edgar Álvarez Guzmán conocido por todos como CRON.
La abuela y los tíos tienen la culpa
Es muy común referirse a los artistas en tanto a sus orígenes académicos, las escuelas que los vieron nacer o formar, pero pocas veces pensamos que los verdaderos orígenes se encuentran en la infancia, para bien o para mal, las bases están ahí, lo demás son meras consecuencias y besuqueadas.
CRON, como muchos, es hijo de la educación pública, hijo de la Voca 1 del Politécnico donde sienta sus bases en el dibujo arquitectónico y posteriormente la carrera de diseño en la UAM Azcapotzalco, en donde obtiene su grado académico profesional y en el consabido año sabático posterior a la universidad, porque no, vino un momento definitorio, la escuela del INBA en la carrera de “Técnico Artesanal en Metal” (hierro forjado) donde encontraría a uno de sus grandes mentores, Antonio Jiménez Núñez, maestro de vieja escuela que bien merece un texto aparte. El artista se forja en el trabajo, no se justifica en el papel.
Sin embargo, nada de esto hubiera sido posible sin la abuela materna que le daba el tiempo, espacio y materiales para que CRON dibujara, modelara, porque los abuelos saben, aunque no todos quieran compartir su saber, que no es el caso. En todas esas crayolas gastadas y barritas de plastilina transformadas en “personajes”; y los restiradores de dibujo de los tíos, “juguetotes” para los grandes, que no hicieron otra cosa más que seguir alimentando la vocación.
El Estado de México también da cosas buenas
La gente dedicada al arte, que no la vividora del arte, viven en un constante contra corriente y no es un tema que discutiré en este espacio, no esta vez, pero es así. CRON, con pocos añitos se muda al Estado de México a Coacalco, y es ahí donde tiene contacto por primera vez con la libertad de la calle, con el grafiti, con el hip hop, y con las ideas de la contra cultura y el arte urbano, con la discusión política y religiosa y no sólo tiene contacto con ello, ¡¡conecta!!
El efecto Lemura, ¿el qué?
Mario Lemura, resulta ser otro personaje importante en la vida de CRON, porque no sólo fue el primer trabajo pagado de graffiti comercial, suceso que se da después de que Mario da con un graffiti de CRON en metro Instituto del Petróleo. Es por Lemura (apellido adjudicado como artístico) que conoce la escuela del INBA y en donde finalmente conoce a su gran mentor, el maestro Antonio Jiménez Núñez. También es con Mario (siendo éste un melómano), que se encuentra de frente con la música electrónica, de disfrutarla a experimentar y ejecutarla, fue sólo una consecuencia, el paisaje sonoro estaba en su vida.
El metro, siniestro, un muerto y Oaxaca
Los viajes iniciáticos suelen develarse en medio de una crisis, quizá porque estamos receptivos o vulnerables; éste sucede tras haber aceptado un puesto de trabajo en una empresa dedicada a fabricar principalmente rieles para el metro de la Ciudad de México, motivado más por las herramientas para manipular metal que aprendería a usar que por la necesidad laboral y en una noche de fiesta en donde sale a buscar más líquido para que la fiesta no decaiga, de pronto se ve en medio de la calle atropellado por algún imprudente que golpea a la bicicleta en la que se transportaba. Y entonces, se abre el telón.
Raspones, orgullo herido, y una clavícula maltrecha, resultan en cuatro meses de incapacidad y recuperación. En este tiempo no pedido, más a huevo que de ganas, se ve en la necesidad de aprender a utilizar su mano izquierda, desde las labores más simples como lavarse los dientes hasta cambiar su mouse para zurdos. Este tiempo resulta en la parte mística del viaje, la abstinencia de enervantes, los sueños alucinantes, el uso del otro hemisferio de su cabecita e imagino que el aburrimiento, lo llevan a seguir trabajando con su arte sonoro y crea un disco llamado “Siniestro” muy apropiado pues al no poder usar su mano diestra y el siniestro que lo habría puesto en esa situación. Escribe también “un diario de sueños”, realizado con la mano izquierda.
Un día de la nada, en una llamada telefónica reaparece un amigo el cual lo daban por muerto por no saber ni la familia propia absolutamente nada de él y después del susto, lo invita a Puerto Escondido y de irse por tres meses, se queda ocho años en la playa.
Surf, Barfly y la conexión Cholula
Los caminos de la vida, no son como yo pensaba, como los imaginaba, dice la canción, y aplica en todos los casos, para bien o para mal, ciertamente nunca sabemos cómo serán; somos marionetas del destino. Sin embargo esto no significa que propiamente todos sean una tragedia, pregúntenle a CRON.
Una vez llegado a Puerto Escondido, se encuentra con una comunidad de surfers, un modo de vida de surfers y una familia de surfers que no sólo lo acogen como de los suyos, también le dan trabajo pintando tablas para “surfear” obvio, y de a poco se va conectando con un modo de vida del cual, dicho en sus palabras, yo me veía de viejo ahí.
En este momento, aprende a utilizar todos los conocimientos aprendidos y entonces, nace el artista. En algún momento conoce a los dueños del Barfly y en específico al tío de los dueños, un personaje extraído de las producciones de comerciales de Casa Pedro Domecq de la extinta IMEVISIÓN, con quien hizo una buena conexión y lo invita a desarrollar imagen de escenarios, murales, interiorismo hasta que se hace el artista de planta, de tal suerte que lo traen a la sucursal del bar en Cholula a integrar la misma imagen. Resulta que el accionista principal en la sucursal Cholula era, el muy conocido Jean Paul Alcaraz, socio de, entre otros proyectos, Casa Relámpago.
La vida de CRON, cercano a los treinta años, da un giro, porque se encuentra con un grupo de empresarios visionarios, inteligentes y sensibles, Orlando Morán entre ellos. Lo suman cada vez con mayor responsabilidad a sus proyectos, hasta darle todo el desarrollo de imagen e interiorismo integral de su gran proyecto hasta ese momento, el proyecto del bar en Barcelona, en donde Cron se hace un artista visual multidisciplinario internacional.
Entonces, CRON, quien iba por algunos meses a una Cholula burbujeante, emergente y ombligo del mundo, resulta que se queda hasta la fecha con una relación amorosa con esta tierra, que lo cobija como su hijo. Fin.