Durante la última década se ha instalado el fenómeno de la viralización, consistente en la difusión ultramasiva de determinados contenidos que se vuelven tema de conversación, principalmente a través de las redes sociales. El que un tema se haga viral puede, aunque no necesariamente, apoyar la divulgación –llevar conceptos al dominio del gran público– de tópicos que, de otra manera, se mantendrían en discusiones de grupos específicos.
Entre los asuntos que se viralizaron en 2023 y, a través de ello, se integraron a la conciencia colectiva, está el de los estereotipos y roles de género. El año abrió con el éxito abrumador de la colaboración entre Shakira y BZRP, en el que la colombiana le señala a su ex marido que “las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”. Junto al morbo por el rompimiento de la famosa pareja y lo pegajoso del ritmo musical, el interés lo despertó también el darle la espalda a la reacción esperada para alguien en su situación. El facturar se lee de muy diversas maneras, desde la revancha que significa el exhibir públicamente lo que le hizo, hasta el concentrarse en ganar dinero gracias a convertir ese engaño en una serie de éxitos.
Hacia el cierre del año vimos cómo las redes sociales se poblaron de imágenes que bromeaban acerca de la importancia de “un hombre que resuelva”. Lo más interesante del fenómeno era su acento en que las mujeres no requerían de mayor explicación para entender cuáles eran los atributos de un hombre que se hiciera merecedor de dicha etiqueta, mientras que para los hombres era un enigma.
En la broma de la generalización se encierra la verdad de otro sesgo de género, consistente en el alto número de individuos del sexo masculino que no pueden desempeñarse como adultos funcionales. Lo que implica también una dura crítica a una sociedad que solapa (por supuesto con el concurso de las mujeres) este tipo de conductas.
Así, con mujeres que cambian las lágrimas por las facturas y exigen coexistir con hombres capaces de hacerse cargo de sí mismos, 2023 vivió, de principio a fin, la divulgación de la revolución que significa desterrar los estereotipos de género.