Política

Culpable de ser mujer y morir en el intento

Circuló en TikTok un video de un hombre de mediana edad titulado “Lo que me enseñó el caso Debanhi Escobar”, no lo busquen, no vale la pena, se los resumo brevemente: Desde el más puro machismo, asumiéndose dueño de sus hijas, dice que mientras vivan bajo su techo se tendrán que atener a sus estrictas reglas para las salidas. No aclara el señor qué pasará cuando ya no vivan bajo su techo, pero puedo inferirlo porque, al dejar la casa parental, desde la perspectiva de estos individuos, hay dos destinos posibles para las mujeres: o pasas al cuidado de otro hombre –y por eso ya no es asunto del papá– o dejas de estar bajo la tutela de cualquier hombre, por lo cual ya no mereces la preocupación de nadie.

Me permito parafrasear su título y decirles lo que me enseñó el video de lo que le enseñó a este señor el caso de Debanhi, así como lo que he podido ver –y deplorar– de nuestra sociedad.

Las culpables siempre vamos a ser las mujeres. Saliste, te divertiste, te bajaste del taxi, dejaste a la amiga en la fiesta, fuiste a pedir ayuda a un lugar peligroso. El veredicto es el mismo, culpable de ser mujer y morir en el intento.

Si buscas a una mujer en Nuevo León, encontrarás a varias... sin vida. Tratando de encontrar a Debanhi dieron con cuatro cadáveres más, todos femeninos.

Si no hay recompensa de por medio, nadie se va a preocupar por brindar la información con la que cuente para resolver tu caso.

Plantear hipótesis poco creíbles sobre las circunstancias que rodearon un feminicidio, nunca será un problema, porque siempre podrán decir que la mujer no estaba en sus cinco sentidos y eso parece resultarle una explicación aceptable a la mayoría. Como si nuestra cordura pendiera permanentemente de un hilo. ¿Por qué resultaría raro que alguien abandonara un taxi en plena madrugada en la carretera a Laredo y corriera hacia un motel sin nadie persiguiéndola y, al no encontrar ayuda, optara por deambular entre fosas en plena oscuridad?

Ante la flagrancia de la violencia feminicida, las voces que con tanta vehemencia defendieron las puertas incendiadas y los muros pintarrajeados guardarán silencio. ¿Por qué clamar por ellas, si no son patrimonio cultural?

Miriam Hinojosa Dieck

Politóloga* [email protected]


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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