Lo que el exalcalde Mauricio Fernández Garza pretende hacerle a los sampetrinos con la creación del Patronato de Museos, que contempla construir dos inmuebles para guardar sus “colecciones de arte” y operar La Milarca con recursos públicos, es lo más parecido a una estafa maestra.
La pérdida del patrimonio municipal se consumó años atrás, al permitir que Grupo Alfa —la empresa de su familia— en lugar de ceder el porcentaje de los terrenos que correspondía al modificar el uso de suelo, diera a cambio unos predios en la zona de La Leona.
Mauricio armó el plan perfecto. Hizo que el Cabildo primero aceptara cambiar el uso de suelo del sector de Carrizalejo, donde estaba el corporativo de su familia, y posteriormente le dieran unos lotes cuyo valor en el mercado inmobiliario es mucho menor.
En esa operación, hubo una doble afectación para el municipio, sin embargo en ese momento nadie en el Cabildo tuvo la valentía para impedir que se llevara a cabo el descarado fraude.
Fernández Garza manipuló a los regidores al integrar el Patronato de Museos, que con recursos públicos, propone construir dos edificios para albergar su colección, pero solo durante cinco a 10 años, además de La Milarca en el parque Rufino Tamayo. Con ello cerró el círculo perfecto de un negocio que a todas luces le favorece.
La Leona actualmente tiene vocación habitacional e industrial. Se trata de un sector ubicado en el lado oriente del Cerro de las Mitras, donde se ubicaban las primeras pedreras que fueron clausuradas en tiempos de don Alfonso Martínez Domínguez.
Era un conjunto rocoso que asemejaba una leona echada viendo hacia el Cerro de la Silla, pero que fue depredada hasta perder su forma.
En ese lugar, donde el precio del metro cuadrado está muy por debajo de los terrenos del corporativo del Grupo Alfa, es donde Mauricio quiere que con dinero de los contribuyentes se construyan los dos museos, aunque la nueva administración tiene la última palabra: validar el fraude patrimonial de un ex alcalde ególatra que manejó a su antojo los recursos públicos.
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Mauricio y la estafa maestra
- En pocas palabras…
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Miguel Ángel Vargas
Monterrey /