Este jueves se dieron a conocer los resultados de la Encuesta Nacional sobre Seguridad Pública (ENSU) que el Inegi realiza cada tres meses, donde refleja la percepción de los ciudadanos en 90 de las principales ciudades del país, incluidas por supuesto las del Área Metropolitana de Monterrey.
De todas las mediciones, la de la capital regiomontana es la que más variación registra, porque ahora el 70.5 por ciento de los habitantes se sienten más inseguros cuando van al cajero o andan en las calles de la ciudad.
Apenas en diciembre pasado, el 58.6 por ciento de los entrevistados tenía una mejor percepción de la seguridad, y eso debería preocupar a las corporaciones policiacas y a los propios funcionarios municipales porque están en pleno proceso electoral, donde todo mundo quiere sacar raja política.
La encuesta se realiza a las personas mayores de 18 años, que sean residentes de las ciudades objeto del estudio, por lo que son datos que deben ser tomados en cuenta para la toma de decisiones de fondo a la hora de realizar sus estrategias.
Mientras tanto, los ciudadanos han modificado sus hábitos respecto a llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito por el temor a ser víctimas de algún delito. De igual manera evitan caminar en zonas peligrosas o hasta modifican sus rutinas como medida de precaución.
Eso es por lo que se refiere al tema de la seguridad, pero la misma medición les preguntó sobre la problemática social y la prestación de servicios en sus colonias, y ocho de cada 10 se quejaron de los baches, las fugas de agua potable y el alumbrado público.
Así pues no tiene vuelta de hoja, los candidatos de los diferentes partidos políticos del estado saben perfectamente, y si no, que revisen la ENSU, lo que preocupa a los nuevoleoneses, por lo que tampoco se trata de inventar el hilo negro.
Desafortunadamente hasta ahora no hemos escuchado una propuesta seria sobre cómo mejorar la vigilancia en las colonias, o cómo proteger a los usuarios del transporte urbano que a diario padecen asaltos y agresiones. Ahorita es cuando los aspirantes deben ponerse serios y convencer a los ciudadanos que con justa razón siguen desconfiando de los partidos.