En los últimos meses aumentó hasta en un 100 por ciento la compra de tinacos para almacenar agua, ante la crisis del vital líquido que amenaza al estado.
De hecho, hay muchos sectores del área metropolitana que ya padece cortes en el suministro diario, debido al bajo nivel de las presas.
La empresa Agua y Drenaje de Monterrey, una de las mejor administradas a nivel nacional, deberá racionar el líquido mientras llega la temporada de lluvias.
Históricamente el mes de mayo registra abundantes precipitaciones, pero tampoco es la solución de fondo, pues el problema es el mismo cada año.
Lo que Nuevo León necesita es ampliar la infraestructura hidráulica, ya que las presas resuelven una parte, pues el agua no llega sola hasta la ciudad.
Se requieren líneas de conducción, plantas de tratamiento y eso cuesta miles de millones de pesos, que en estos momentos no tienen las arcas estatales.
En el reciente debate de candidatos a la gubernatura se habló del tema, pero tampoco hubo mucha resonancia como si no fuera una prioridad.
Según un reportaje de mi compañero Ricardo Alanís, el almacenamiento de agua en la entidad continúa en una situación crítica.
Cerro Prieto se encuentra en poco más de 16.69 por ciento, producto de la falta de lluvias. La presa Rodrigo Gómez La Boca registra un 72.06 por ciento.
Por su parte El Cuchillo, el embalse de mayor capacidad en el estado, apenas sobrepasa el 52.75 por ciento.
En todos los casos, el porcentaje es mucho más bajo que años anteriores, y las autoridades ya advirtieron que si el dios Tláloc no ayuda se puede poner peor.
Más nos vale ir previendo ampliar la capacidad hídrica, pues de lo contrario, en el futuro podríamos sufrir la falta de vital líquido y eso frena el desarrollo.
La crisis del agua siempre se traduce en crisis económica y desafortunadamente parece que no todos los partidos políticos y sus aspirantes lo tienen muy claro.
Miguel Ángel Vargas
