En las últimas semanas, se han registrado en la zona metropolitana de Puebla una serie de protestas, cuyo origen es el descontento social sobre algunas decisiones de la autoridad, como en el caso de la instalación de parquímetros en el primer cuadro de la ciudad, y en la BUAP donde el gobierno estatal ha detectado la intromisión de grupos ajenos a la universidad.
Otro ejemplo es el de los vecinos de la colonia Gobernadores, que este lunes por la noche paralizaron durante varios minutos el Periférico Ecológico, en protesta por una supuesta obra del ayuntamiento de San Andrés Cholula, que al final rechazó la realización de tal proyecto.
En estos tres casos, los ciudadanos (y estudiantes) utilizaron la desobediencia civil como método para resistirse de manera pacífica a un acto de gobierno, pero afectando seriamente los derechos de terceros, debido al caos generado en las vías públicas de comunicación.
Las protestas ciudadanas aun cuando provocan molestia a personas ajenas a éstas, pueden tener justificación, debido a que algunos funcionarios pudieron haber fallado al socializar con los vecinos y convencerlos de la necesidad de llevar a cabo dichos proyectos. Eso suponiendo sin conceder que así haya sido.
El conflicto de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla es distinto, porque el propio gobernador Alejandro Armenta reveló la intromisión de la organización Antorcha Campesina, que en el estado se ha dedicado a violentar las leyes para beneficio de sus líderes.
En ese sentido, lo que pretenden es provocar caos, y desestabilizar el entorno estudiantil a unos meses de que haya elecciones en facultades y escuelas, así como la posible reelección de la doctora Lilia Cedillo, por lo que el propio Armenta los exhibió ante la opinión pública.
Los estudiantes están en su derecho de exigir mejores condiciones en sus planteles, pero cometerían un grave error si se prestan a intereses políticos, y mucho más si se trata de grupos externos porque eso violenta la autonomía universitaria.
Al igual que la organización de izquierda Tierra y Libertad en Monterrey, que años después se convirtió en el Partido del Trabajo, en Puebla los integrantes de Antorcha se han dedicado desde 1974 a generar caos utilizando como escudo la necesidad de las familias lo cual es la parte más ruin de la política. En el estado al menos se toparon con pared ante un gobernador que tiene firmeza y no se dejará chantajear.