¿Cómo es que la opacidad puede favorecer al crimen?
Es un concepto tal vez complicado de explicar en lo técnico pero pongamos un ejemplo, claro de que a mayor opacidad, mayor capacidad del crimen para blanquear activos. Recientemente platicando con expertos en la materia me comentaron cómo hay municipios en Guanajuato donde se han hecho esfuerzos por llevar la cultura de la transparencia y rendición de cuentas, pero a la hora de tocar el tema de la obra y la asignación de proyectos se topan con reticencias ante las amenazas existentes.
¿Por qué? pues por una sencilla razón, una manera de lavar dinero para los grupos del crimen organizado es mediante la asignación de obra en especial a “empresas” que aparecen de la noche a la mañana y son favorecidas por contratos otorgados por algunas administraciones. Un tema delicado pues es la manera en la que los delincuentes tienen la oportunidad de lavar dinero.
La opacidad en el manejo de recursos y en la asignación de obras favorece de manera enorme a los delincuentes y hubo un caso claro de que esto ocurre en el estado cuando se reveló una presunta conversación entre el ex alcalde de Cortazar, Hugo Estefanía, asesinado en su empresa de transportes con un presunto operador de un grupo criminal cuyo origen está en Guanajuato y su ex líder en la cárcel.
Esa llamada no debe de ser perdida de vista pues ahí se escucha claramente cómo es que hablan de hacer ‘negocios limpios’ a través de obra pública. Y preocupa que hoy no se haya siquiera hablado de alguna pesquisa relacionada con el caso o siquiera abierto una investigación a alcaldes involucrados en movimientos turbios o relaciones cercanas con presuntos delincuentes.
Así la lucha contra la opacidad y la corrupción nos abre otra vertiente, no sólo es para evitar el mal uso de los recursos públicos sino también para acabar con la posibilidad de que los criminales puedan seguir financiando sus “empresas” y estilos de vida con dinero manchado por la vida y la sangre de miles de personas.
Miguel Ángel Puértolas