Fue la frase más escuchada el día de ayer, y me gustaría que así como el 19 de septiembre ha dejado huella histórica en el país otras cosas lo hicieran para recapacitar antes de accionar, pues tal vez tan o más dañino para los mexicanos resultan los terremotos como los malos gobiernos.
Según la respuesta científica de expertos de la UNAM lo de ayer fue una triste y curiosa coincidencia que amerita abrir nuevas líneas de investigación científica para que se pueda estudiar con más precisión este fenómeno, lo que es cierto es que nunca, al menos por un par de generaciones se nos va a olvidar el 19S.
Lo que no es coincidencia y debería hacer mella en nuestra memoria son las decisiones que toma la clase política en el país y que nos tiene sumidos en un mísero crecimiento económico y en una violencia generalizada ¡Otra vez! insisto, dadas las políticas públicas inútiles para sacar a México de la tragedia de tantos homicidios que hoy suman más muertos que al menos los 3 últimos terremotos de gran magnitud ocurridos.
Tal vez lo que México necesita es un terremoto en las conciencias de millones de mexicanos que no logran o no quieren ver la necesidad de que en conjunto actuemos, parece que el daño recurrente que las malas decisiones tomadas por los gobernantes no alcanzan a hacer mella en nosotros como lo ha hecho el gobierno.
¡Otra vez! la economía no creció en los niveles prometidos ¡Otra vez! la pobreza sigue creciendo y no hay un reparto equitativo de la riqueza ¡Otra vez! narcobloqueos ¡Otra vez! los delincuentes toman ciudades ¡Otra vez! hay homicidios ¡Otra vez! acusaciones de corrupción, casas grises, bolsitas de papel con dinero en efectivo ¡Otra vez!
Si esto no es suficiente para hacer un llamado a la conciencia antes de acudir a las urnas, no entiendo qué más tiene que suceder, lamentable, pero no hemos aprendido de la historia, como sí lo hemos hecho del 19S, ¿por qué? tal vez porque la magnitud de los daños se diluye con el tiempo y quienes buscan gobernar le apuestan al olvido, le apuestan al cierre de heridas que culminan en cicatrices poco apreciadas.
Vivimos en un constante 19S.
