Algo no está bien cuando el mismo día que el Consejo de Europa fustiga la iniciativa de reforma electoral proveniente del gobierno oficialista, y la oposición se abre a la posibilidad de negociar un tema en el que particularmente se habían mostrado reacios.
Y es que ayer la Comisión de Venecia, un órgano consultivo del Consejo de Europa encargado de cuestiones constitucionales, emitió su opinión en respuesta a una demanda del Instituto Nacional Electoral de México (INE), en la que presentó sus muy numerosas reticencias a la reforma.
De hecho el presidente del instituto, Lorenzo Córdova, insistió en que la reforma en la que hoy todos los partidos se muestran interesados menos Movimiento Ciudadano no es para mejorar el sistema democrático, sino para propiciar “la captura” del instituto, lo cual a todas luces representa un golpe a la democracia.
Sin pudor alguno, el dirigente priista, rehén, por cierto, de los martes del jaguar, que lo llevaron a doblegarse en el tema de la participación del Ejército en tareas de seguridad dijo que este es un asunto que solo atañe a los mexicanos, al igual que el panista Santiago Creel.
La advertencia respetable de un organismo internacional como el Consejo de Europa debería ser escuchada, es obvio que México es autónomo en sus decisiones, pero al final la historia nos dice que todo termina haciéndose a conveniencia de los partidos y grupos en el poder no a favor de los ciudadanos.
Insisto, nada huele bien cuando de “acuerdos” entre antagónicos en este tema se habla.
Miguel Ángel Puértolas
