Me parece increíble que las acciones del crimen organizado cuya fuerza en el número de personas que participan en los grupos delictivos es sumamente inferior a las fuerzas del orden, siga siendo superada en actos, sin que las autoridades puedan meterlos en cintura.
Guardia Nacional, Fiscalía General de la República, policías estatales, fiscalías estatales, policías ministeriales, policías municipales, y sume el Ejército y Marina, son las fuerzas del orden que operan en nuestro país y que de realmente estar en estrecha coordinación haciendo su trabajo como debieran, México no estaría al borde del caos y catalogado como un paraíso para los grupos delincuenciales, además de ser el cuarto país más violento del mundo, según el Índice Global de Crimen Organizado, elaborado por la Iniciativa Global contra la Delincuencia Transnacional.
Este índice da a conocer que “Las organizaciones narcotraficantes de México se encuentran entre los grupos mafiosos más sofisticados del mundo. Si bien la fragmentación de los cárteles redujo el número de grupos con grandes operaciones internacionales, los que quedan tienen redes que abarcan la mayor parte de las Américas, incluso llegando a Europa y Asia”.
Los delitos más comunes por redituables que cometen estas organizaciones son: el tráfico internacional de drogas, el robo de combustible, la tala ilegal, el tráfico de personas, el secuestro y la extorsión, además del tráfico de armas de fuego.
De este modo somos el tercer país más importante en cuanto al comercio de drogas sintéticas de 193 en el orbe, el quinto por comercio de cannabis, el segundo en cocaína, el sexto en heroína, el tercero por tráfico de personas. Ah pero somos el primer lugar en cuanto a redes criminales y el quinto por el número de grupos al estilo de la mafia.
Ahora es un poco más fácil entender por qué la violencia en México ha cobrado más fuerza que nunca pues sobre nuestro país en este índice están países como República Democrática del Congo en primer lugar, Colombia en segundo y Myanmar en tercero.
Lo triste es que los países con los niveles más altos de criminalidad son aquellos que experimentan conflictos o fragilidad de acuerdo al índice, lo que pondría a México como un país en conflicto, y lo lamentable es que parece ser que un grupo de delincuentes ya le tomó la medida al Estado y hoy parece que este está rendido y a sus pies.
¿No pueden?... creo que no quieren.
Miguel Ángel Puértolas